VIVIENDAS SUSTENTABLES: UNO DE LOS NUEVOS DESAFÍOS

SUPLEMENTO DÍA DEL ARQUITECTO

La clave es la circularidad: que sean beneficiosas para la comunidad, el ambiente y la economía.

Una casa sustentable cercana al mar, en Costa Esmeralda (Partido de la Costa, Argentina). WEB.

Hablar de arquitectura moderna lleva a pensar en rascacielos y edificios imponentes, con mucha tecnología. Sin embargo, la majestuosidad no siempre va de la mano con el ambiente, por eso, el desafío de la arquitectura en el siglo XXI es ser sustentable. Y en ese camino ya hay varios ejemplos de innovadoras casas construidas con materiales “verdes”: con plástico reciclado en África, con tierra cruda en Italia, o hasta en la costa argentina, en forma de domo, para respetar la naturaleza y aprovechar el aire y el sol para calefaccionarse.
Todas estas viviendas coinciden en algo fundamental: la circularidad. Aunque algunas también acompañan este concepto con su forma estética, lo más importante es que todas fomentan la economía circular: ayudan al bolsillo, a las personas y al ambiente, es decir, tienen un triple impacto positivo.
Según las Naciones Unidas, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero de los edificios representan cerca del 40% del total. Estas construcciones representan, además, el 36% del consumo mundial de energía. No obstante, gracias a las innovaciones tecnológicas y el conocimiento ancestral de la tierra, ya están en marcha estas opciones de viviendas sustentables.

Casas de tierra cruda en Italia

En Massa Lombarda, Ravenna (Italia), un proyecto denominado TECLA creó el primer prototipo de vivienda sustentable con impresión 3D y a base de tierra cruda. Para construirla, se sincronizaron impresoras 3D, que trabajaron al mismo tiempo imprimiendo la estructura directamente con tierra.
La estructura de la casa tiene una doble cúpula pensada para optimizar el proceso de construcción, minimizar los recursos y acelerar los tiempos, ya que funciona como estructura, cubierta y revestimiento. El prototipo llevó 200 horas de impresión con 60 metros cúbicos de tierra cruda, y tuvo un consumo de energía medio inferior a 6 kW.

Casa argentina en forma de domo

Una familia cumplió su sueño de vivir en una casa sustentable cercana al mar en Costa Esmeralda, uno de los balnearios más destacados del Partido de la Costa, en Argentina. La idea fue de la mamá, Ximena Brito, activista ambiental.
La forma de domo en la construcción playera ofrece varias ventajas: no altera el entorno natural, respetando el dinamismo de los médanos; permite el ahorro de energía gracias a la buena circulación de aire, lo que logra una calefacción más sencilla en invierno y una refrigeración ideal en verano; se basa en materiales “verdes” de bajo impacto ambiental a la hora de ser extraídos; y optimiza los tiempos de construcción, ya que los ambientes amplios ahorran trabajo a los obreros, técnicos y operarios.
Para el exterior se eligieron senderos circulares aromatizados por salvias, lavandas, eucaliptos, pinos y ciruelos. También un estanque, que funciona como barrera para que la arena no entre a la casa.
La casa tiene cuatro sectores bien diferenciados:

  • El principal, donde el living y el comedor son calefaccionados por una salamandra
  • Las habitaciones con techos circulares y ventanas triangulares se ubican en lo más alto de la construcción
  • Un ambiente semienterrado en los médanos, que se usa durante el verano
  • El último, destinado a las cocheras y las zonas de relax donde se destaca un hidromasaje.
  • Esto permite, de acuerdo con la época del año, abrir una, dos, tres o cuatro partes distintas de la casa de acuerdo a la temperatura exterior y a la hora del día. Las aberturas de aluminio con doble vidrio garantizan el ahorro de energía los 12 meses del año.
  • Se abastece con paneles solares, tiene un termotanque que calienta en base a la energía del astro rey, cuenta con un estanque de recolección de agua y despliega también un techo de vegetación para frenar el impacto exterior.
En África, casas de plástico reciclado

La empresa noruega Othalo trabaja en aprovechar los cientos de miles de toneladas de plástico que se desechan para construir casas de plástico reciclado, y ayudar así a subsanar la escasez de vivienda.
El proceso de fabricación implica triturar los desechos plásticos y mezclarlos con otros elementos, entre ellos materiales no inflamables. Con ocho toneladas de plástico se pueden construir hasta cuatro pisos y una vivienda de 60 metros cuadrados.
Tras pruebas de laboratorio exitosas, Othalo ya comenzó a producir los componentes para construir tres casas de demostración para la capital de Kenia, Nairobi; Yaoundé, capital de Camerún; y Dakar, capital de Senegal.