UN DOMINGO DISTINTO

Un domingo con elecciones y sin futbol es una buena oportunidad de evadirse de la angustia existencial que aparece con fuerza en el fin de semana. Hoy es un día de números incomprensibles que van hilvanando estrategias para una segunda vuelta y que destapan nombres insospechados. Los porcentajes ganan lugares relevantes en las pantallas mientras el mundo sigue girando aún sin tu amor.

Germán Rodríguez
diarioelnorte@diarioelnorte.com.ar

Votar temprano puede ser un problema porque si el presidente de mesa designado no se presenta le toca ese puesto al primer sufragante, lo que no es bueno si uno no tiene pasión por los procesos eleccionarios. Entonces hay que calcular una media mañana, si es que uno quiere sacarse su responsabilidad civil temprano y después dedicarse a observar la nada sin ningún tipo de obstáculo.

Pensar la comida en día de elecciones se antoja distinto a cualquier otro domingo, le da otro tinte especial aunque ya se perdió esa magia que en los 80 era felicidad, los 90 un tanto de desilusión y después la historia la conocemos todos, con una mezcla de cómo me jode el día, ¿Por qué hay veda a la medianoche que me estaba divirtiendo? o el típico voy a elegir al menos malo.

Votar es una búsqueda en las primarias donde hay tantas boletas con tantas opciones que hacen temblar la responsabilidad. Está también eso de que después no nos quejemos si boludeamos a la hora de votar y un toque de lo otro de ser responsables de nuestros actos, pero convengamos que a nadie le gusta demasiado elegir y que si la humanidad nos deja todo listo y sin compromisos mejor.

Rituales

Votar tiene igual ese toque de solemnidad, de importancia, que implícitamente nos modifica conductas. Es raro ir al colegio y encontrarse con todos los del mismo apellido, ni hablar si uno es Rodríguez o Pérez o Gonzales, casi que tenemos colegios propios. Es ese encuentro de tanto tiempo que genera un poco de nostalgia y hay que cuidarse de andar diciendo a quienes se vota por lo de la veda y todo eso lo que también censura cualquier clase de crítica a la hora de echarlas. Más de un botonazo salta diciendo que está prohibido y que hagan silencio por lo que mejor es evitar papelones delante de desconocidos.

Y viene la ritualidad de la espera, de todos mirándote el documento y cagándose de risa por dentro, de los fiscales buscando en la lista y copiándose del de al lado y a ciertas horas con una cara de fastidio que dan pena. De a ratos el presidente se aviva y van todos a revisar el cuarto, con barbijos y alcohol en este caso para volver a esperar.

Elegir, tomar boletas, si uno es concienzudo y se quiere tomar el trabajito hacer cortes, lo que es una estrellita para el buen ciudadano y después doblar todo dentro del sobre prolijito para que quede en un tamaño apropiado que permita al momento de meterlo en la urna, delante de la mirada de otros votantes aburridos, hacerlo con ductilidad y medio cancheros. No hay nada más top que entrar del cuarto oscuro y salir rápido para que el resto diga “que loco copado, no me hace esperar”. Como así también no hay nadie más insoportable que el indeciso o el que no encuentra las boletas.

Casos y casos

La seguridad siempre mantendrá el orden que generalmente no se altera, porque tampoco es un bailanta del conurbano a las cinco de la mañana, y mira para todos lados a ver si algún caco conocido aparece a votar y así se mata a dos pájaros de un tiro, pero rara vez la delincuencia tiene responsabilidad civil, aunque… ¿Si un malviviente va a votar y tiene pedido de captura, se le permite votar y después se lo llevan detenido? ¿O se le quita ese derecho? lindo bache en la matrix.

Después los boca de urna, los primeros números, las tendencias y la mar en coche que tendrá en algún momento a todos festejando y en otro a todos yendo a dormir temprano. Un folclore distinto y necesario que todos seguiremos desde la web del diario EL NORTE y Radio U obviamente, que desde las 8.00 estarán tirando toda la posta que tenés que saber para no quedar como salame.