miércoles, 27 noviembre, 2024
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Tareas de cuidado: el principal rubro de inserción laboral de mujeres migrantes

ESTUDIO

El Anuario Estadístico Migratorio 2023, que analiza los resultados de la Encuesta Nacional Migrante elaborada por el CONICET, recoge datos sobre la población migrante y refugiada en Argentina. El 55,3% de las mujeres se inserta en tareas de cuidado, un rubro con altos grados de informalidad. Las diferencias en la inserción laboral también se dan por edad, nacionalidad y periodo de permanencia en el país.

De la Redacción de EL NORTE
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Según los datos del último censo, el 4,2% de la población argentina es migrante. Esto representa una caída respecto al estudio anterior (2010) –cuando el porcentaje era del 4,5%–. Las mujeres representan el 54,9% de esta población, que se inserta mayormente en tareas de cuidado. El dato surge del Anuario Estadístico Migratorio Argentino 2023, que presenta los principales resultados de la Encuesta Nacional Migrante (ENMA). “Según la distribución de empleos entre varones y mujeres, se destaca la gran presencia del trabajo femenino en tareas domésticas y de cuidado con casi un 55,3%, mientras que en los varones esto solo representa un poco más del 5%”, señalaron. “Por otro lado, y al igual que en la ENMA 2020, los varones están insertos en su mayoría en trabajos por cuenta propia en un 57,5%, en los que las mujeres representan solo el 20,3%”.

El informe, elaborado por la Red de Derechos Humanos del CONICET, analiza cuestiones como el perfil sociodemográfico, la educación, la situación socioeconómica, el acceso a vivienda y salud, y la situación documentaria de la población migrante. La información fue recogida en un artículo de Agustina Bordigoni en ´Perfil´.

Precariedad en las condiciones

La legislación argentina establece que solo las personas con residencia regular pueden acceder a un contrato de trabajo. El acceso a la documentación determina en gran medida el grado de precariedad del empleo. “Las falencias en la regularización migratoria fomentan el trabajo en condiciones de precariedad y explotación exponiendo a estas personas a una situación de vulnerabilidad multidimensional”, sostienen.

Con respecto a la situación ocupacional en términos generales, el estudio indica que más de la mitad de las personas encuestadas está trabajando: el 27% por cuenta propia o con remuneración fija en relación de dependencia (26,9%). En tanto, “el 13,3% se encuentra jubilado, el 15,9% realiza changas o trabajos esporádicos, mientras que el 8,6% se encuentra desempleado (buscando trabajo)”.

La precariedad en las condiciones de empleo es más notoria en el caso de las mujeres: “Mientras que en el caso de los hombres se observa una mayor propensión al trabajo por cuenta propia y al trabajo con remuneración fija, entre las mujeres se observa una mayor incidencia del desempleo (12% y 4,7% entre los varones), así como de las categorías ‘estudiante’ y ‘jubilado o retirado’”.

Otros factores

Del estudio se desprende que la nacionalidad, además del género, también influye en la incorporación al mercado de trabajo: el desempleo y los trabajos precarios se concentran en las personas que provienen de un país del Mercosur y sobre todo extra Mercosur no europeos. Además, “son los migrantes europeos quienes mayormente han logrado un trabajo en relación con su experiencia (74,5%), mientras que los que menos logran esa coincidencia entre experiencia y trabajo son los migrantes extra MERCOSUR no europeos (46%)”.

Otros factores como la edad y la cantidad de tiempo en Argentina también inciden: a menor edad y menor cantidad de años en el país, más bajas son las posibilidades de encontrar un empleo formal y de calidad.

Por último, la investigación destaca que “frente a un imaginario social bastante extendido en el cual se asocia a la población migrante como ‘abusadora’ de los subsidios y de las prestaciones sociales que otorga el Estado argentino, la ENMA 2023 arrojó que casi un 60% de las personas encuestadas de 4.679 respondientes, no perciben ningún tipo de subsidio o prestación estatal”. Esta cifra se eleva al 81,7% en el caso de la población migrante con menos de tres años de residencia.

En el informe, los profesionales advierten también sobre “los enormes retrocesos en materia de reconocimiento de derechos”. El programa que lleva adelante la encuesta –que se orienta a la recolección de datos sobre población migrante y refugiada que ningún otro estudio recoge– también sufrió recortes, afirmaron los firmantes del documento.