Sobre el beso de Rubiales y ´el corrimiento de la responsabilidad por la conducta violenta del agresor a la mujer agredida´

“El beso a Jennifer (Hermoso) ´en vivo y en directo´ -por la fuerza- sin contar con su consentimiento previo y libre, no pasó desapercibido a los ojos de España y del mundo entero suscitando una inmediata respuesta de repudio y un pedido de sanción, con la que por supuesto estoy de acuerdo”, analizó la abogada especializada en violencia de género consultada por este medio.

De la Redacción de EL NORTE
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La FIFA -el organismo rector mundial del fútbol- determinó ayer una suspensión provisoria del presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales “de toda actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional” por 90 días, hasta tanto haya una resolución del proceso disciplinario que se le abrió tras el beso sin consentimiento a la jugadora Jennifer Hermoso durante los festejos por la consagración de la Selección de España en el Mundial de Fútbol Femenino. Además se determinó que no podrá acercarse ni contactarla por ningún medio.  EL NORTE consultó a la abogada especializada en violencia de género Natalia Ceres.

“Una premiación que debería haber sido una fiesta y un acontecimiento importante en el camino emprendido en pos de la igualdad en el fútbol culminó de la peor manera: con la campeona del mundo Jennifer Hermoso violentada por Luis Rubiales, Presidente de la Federación Española de Fútbol. Independientemente de la judicialización del caso y de las posibles consecuencias legales para Rubiales en virtud de lo que prevea la legislación española en materia de protección y sanción de la violencia contra las mujeres; lo cierto es que afortunadamente el caso no ha pasado sin más. El beso a Jennifer ´en vivo y en directo´ -por la fuerza- sin contar con su consentimiento previo y libre, no pasó desapercibido a los ojos de España y del mundo entero suscitando una inmediata respuesta de repudio y un pedido de sanción, con la que por supuesto estoy de acuerdo”, analizó. 

“Rubiales, un hombre poderoso y jerárquicamente superior -tanto laboral como socialmente-, en virtud del lugar que ocupa y de las prerrogativas que por su cargo tiene, se sintió con el derecho a besar a ´su jugadora´ anulando su poder de decisión, avasallándola física, psíquica y sexualmente frente al mundo entero”.

Natalia Ceres, abogada especializada en violencia de género.

PLATEA MASCULINA Y ESTEREOTIPOS

La especialista notó que, ´sin embargo, también llego la respuesta de Rubiales acompañada por el sentir, pensar y los aplausos de una platea mayoritariamente masculina que minimizan, avalan e incluso justifican el accionar del dirigente´. 

“Y en tal sentido se esgrimen los mismos argumentos basados en mitos, de sobra conocidos y repetidos siempre que nos encontramos frente al mismo escenario: la agresión a una mujer. Entre estos mitos, entendidos como creencias estereotípicas sobre conductas violentas que sirven para sostener, justificar y hasta minimizar la agresión hacia las mujeres, podemos señalar: que ella es exagerada, que quienes señalamos y condenamos lo ocurrido también somos exageradas y exagerados, que no es tan grave, que el acto en un momento de euforia no está mal sino que se recibe mal, que si ella no reaccionó diciendo que no o aún mejor sacándoselo de encima de alguna manera ´consintió´ ese beso, que alguien cercano no puede agredirte sino que se malinterpreta la conducta. Del repertorio “clásico” de defensa, quedaron “por suerte” y por fuera -debido única y exclusivamente a que se trataba de un evento deportivo- los cuestionamientos en cuanto a su vestimenta y al posible consumo de alcohol que podrían haber provocado ese beso desaforado”, precisó.

SEÑALAR, REPUDIAR Y COMBATIR

Ceres destacó: “Me parece importante develar esas creencias para descubrir que lo único que buscan es el corrimiento de la responsabilidad por la conducta violenta del agresor a la mujer agredida. Señalar, repudiar y combatir esa dinámica nos va a permitir poner en blanco sobre negro lo que realmente ocurrió: que Rubiales, un hombre poderoso y jerárquicamente superior -tanto laboral como socialmente-, en virtud del lugar que ocupa y de las prerrogativas que por su cargo tiene, se sintió con el derecho a besar a ´su jugadora´ anulando su poder de decisión, avasallándola física, psíquica y sexualmente frente al mundo entero. Señalar, repudiar y combatir lo que realmente ocurrió fortalece las bases sociales que establecen cada vez con más fuerza que lo acontecido está mal y que ya no vamos a permitirlo”.

HECHOS DE LA SEMANA

La FIFA ya había abierto un expediente disciplinario contra Rubiales el 24 de agosto por su actuación durante la entrega de medallas del Mundial femenino. El comportamiento de Rubiales generó críticas en todo el mundo, entre las que se incluyen ministros de gobierno que exigían su renuncia.

Rubiales observó el partido en el que España le ganó 1-0 a Inglaterra desde el área VIP del Estadio Australia en Sídney. A modo de celebración, cuando escuchó el sonido del silbato final, Rubiales –que estaba al lado de la reina Letizia de España y su hija la infanta Sofía, de 16 años- se agarró los genitales.

Más tarde, durante la ceremonia de presentación de los premios, tuvo lugar el beso con Hermoso, que juega para el club Pachuca de México. Hermoso señaló inicialmente en Instagram que las acciones de Rubiales no le habían gustado.

Rubiales se disculpó el lunes por el beso ´de una forma muy particular´, pero el presidente en funciones del gobierno español, Pedro Sánchez, dijo que esto no era suficiente y la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, se sumó a aquellas personas que pedían su dimisión. El jueves, la FIFA anunció que había abierto un procedimiento disciplinario contra Rubiales. Al día siguiente, la RFEF llamó a una asamblea general extraordinaria en la que se esperaba que Rubiales renunciara, pero él se negó insistentemente a hacerlo. Rubiales dijo que el beso había sido “mutuo, eufórico y consentido”. Y sumó: “El deseo que podía tener es el mismo que podía tener dándole un beso a mis hijas”.

COMUNICADO DE 81 FUTBOLISTAS Y RENUNCIA DEL EQUIPO TÉCNICO

Ese mismo día Hermoso dijo que el beso no había sido consensuado. La futbolista desmintió rotundamente a Rubiales en un comunicado compartido en su cuenta de la red social X (antes conocida como Twitter): “En ningún momento el beso fue consentido (…) Me sentí vulnerable y víctima de una agresión machista” “. Y añadió: “Quiero reiterar como ya hice en su momento que este hecho no había sido de mi agrado”. El sindicato FutPro, que representa a Hermoso, difundió también el viernes un comunicado firmado por 81 futbolistas en el que las deportistas anuncian que no jugarán con la Selección Española de Fútbol mientras Rubiales siga en su puesto.

Parte del equipo técnico de la selección femenina anunció ayer su renuncia, tomando distancia del entrenador, Jorge Vilda, al tiempo que se suceden los mensajes de apoyo a Hermoso desde distintos sectores.