viernes, 29 noviembre, 2024
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Obispos de todo el mundo piden más reconocimiento a la mujer en la Iglesia

Los Obispos de todo el mundo convocados por el papa Francisco para debatir durante octubre sobre el futuro de la Iglesia en el denominado “Sínodo sobre la sinodalidad” pidieron el sábado pasado, un mayor reconocimiento del rol de la mujer dentro de la Iglesia, solicitan el fin de la discriminación laboral y salarial por género y abren la puerta a que se estudie el diaconado femenino para abrir la participación en uno de los ministerios, por el momento, reservado a varones.

Los 365 miembros de la Asamblea Sinodal, incluido el Papa y otros seis argentinos con derecho a voto, dieron a conocer un documento de síntesis de los trabajos, en el que afirman, en un texto de 40 páginas, que “las Iglesias de todo el mundo han formulado claramente la petición de un mayor reconocimiento y valorización de la contribución de las mujeres y el crecimiento de las responsabilidades pastorales que se les confían en todos los ámbitos de la vida y misión de la Iglesia”.

En ese marco, se preguntan “cómo la Iglesia puede incluir más mujeres en roles y ministerios”, de cara a la segunda parte del Sínodo que se hará en Roma en octubre de 2024, aunque reconocen también las resistencias de un sector de la Iglesia a la apertura.

Los tres puntos con más votos en contra, según la información difundida por el Vaticano, fueron los puntos J y N del capítulo 9, dedicado a las mujeres, y el inciso I del capítulo 11, en el que también se habla del diaconado femenino.

“NECESARIA RENOVACIÓN”

Este año, ante la decisión del Papa, por primera vez se habilitó el voto femenino para una asamblea sinodal, con 54 mujeres con derecho a voto durante la asamblea.

Al momento de hacer propuestas, el escrito sostiene: “Cuando en la Iglesia se socava la dignidad y la justicia en las relaciones entre hombres y mujeres, se debilita la credibilidad del anuncio que hacemos al mundo. El proceso sinodal muestra que es necesaria una renovación de relaciones y cambios estructurales”.

“De esta manera podremos mejorar la participación y la contribución de todos: hombres y mujeres laicos, hombres y mujeres consagrados, diáconos, sacerdotes y obispos, como discípulos corresponsables de la misión. La Asamblea nos pide evitar repetir el error de hablar de las mujeres como un tema o un problema”, señala.

En un informe en el que evitaron posiciones firmes sobre el colectivo LGTB, los participantes de la asamblea sí se refirieron explícitamente a la posibilidad de que se estudie que las mujeres tengan acceso al diaconado, uno de los ministerios de la Iglesia. De todos modos, uno de los puntos del documento reconoce que “se han expresado diferentes posiciones respecto del acceso de las mujeres al ministerio diaconal”.