jueves, 28 noviembre, 2024
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NIEGAN PARTICIPACIÓN DE MUJERES TRANS EN ATLETISMO DE ÉLITE

CUERPOS, ESTEREOTIPOS Y DISCRIMINACIÓN

La Word Athletics sacó una nueva resolución para prohibir que las personas trans compitan a nivel internacional. Las nuevas “medidas de elegibilidad” también afectan a mujeres intersex y aquellas mujeres que de manera natural expresan niveles elevados de testosterona. La nueva regulación entrará en vigor el 31 de marzo, día de la visibilidad trans.

De la Redacción de EL NORTE
diarias@diarioelnorte.com.ar

El 23 de marzo la World Athletics, el órgano rector del atletismo mundial, prohibió la participación de mujeres trans en todas las competiciones a nivel internacional. Las nuevas “medidas de elegibilidad” también afectan a mujeres intersex y a aquellas mujeres que de manera natural expresan niveles elevados de testosterona. La nueva regulación entrará en vigor el 31 de marzo, día de la visibilidad trans.

“El Consejo decidió priorizar la equidad y la integridad de la competencia femenina antes que la inclusión”, declaró el presidente del organismo, Sebastian Coe.

En un comunicado, la World Athletics (WA) asegura que la razón por las que se prohíbe la participación de mujeres trans está “guiada por el principio general de proteger la categoría femenina”. “Actualmente no hay atletas transgénero compitiendo internacionalmente en el atletismo y, en consecuencia, no hay evidencia atlética específica del impacto que estas atletas tendrían en la equidad de la competencia femenina en el atletismo”, señaló.

Agenciapresentes.org publicó un informe sobre la problemática.

A nivel olímpico solo a una mujer trans se le ha permitido competir. En Tokio 2020, Láurel Hubbard, pesista neozelandesa, fue la primera mujer trans en competir en unos Juegos Olímpicos. Su paso fue breve pues falló sus tres intentos de levantamiento en la división peso pesado de mujeres.

Esta nueva regulación también afectará a mujeres intersexuales y a aquellas que de manera natural expresan altos niveles de testosterona. Su participación quedará sujeta a que, para poder competir, mantengan un nivel de testosterona no mayor a 2.5 nano moles por litro en sangre, durante dos años, antes y durante cualquier competición internacional.

MARCO DEL COI

En noviembre de 2021, el Comité Olímpico Internacional (COI) publicó un nuevo “marco sobre equidad, inclusión y no discriminación por motivos de identidad de género y variaciones sexuales” con un papel central en los criterios de elegibilidad en las categorías femeniles.

En el documento afirman que “no hay consenso científico sobre cómo la testosterona afecta la actuación en los deportes y es poco claro el papel que juega para medir una ventaja injusta, porque el rendimiento se mide de manera distinta en cada deporte”.

El COI determinó que cada federación deportiva debe establecer sus propios criterios de elegibilidad para regular la participación en las categorías femenina y masculina. Deben hacerlo “apegados a los derechos humanos, con pruebas científicas sólidas que contemplen los contextos y procuren el bienestar de los atletas”.

ANTECEDENTES

No es la primera vez que World Athletics (WA) y el Comité Olímpico Internacional (COI) buscan regular la participación de las mujeres atletas en competiciones de élite a partir de la vigilancia de sus cuerpos.

“Desde 1940 la Federación Internacional de Atletismo ha violado los derechos humanos de las atletas con ‘pruebas de sexo’ y ‘certificados de feminidad’ con propósitos de ‘elegibilidad’. Eso obligaba a las atletas a someterse a exámenes ginecológicos y físicos y otras prácticas degradantes; así lo revela la investigación ‘Nos están ahuyentando del deporte’: violaciones de los derechos humanos en las pruebas de sexo de las mujeres deportistas de élite, elaborada por Human Rights Watch (HRW). De 2009 a la fecha este tipo de regulaciones se han ejercido de manera sistemática contra mujeres racializadas. Al menos diez atletas de élite han hecho público que sus carreras profesionales han sido afectadas por estas normas: Caster Semenya, de Sudáfrica; Dutee Chand, de India; Francine Niyonsaba, de Burundi; Maximila Imali y Margaret Wambui, de Kenia; Aminatou Seyni, de Nigeria; Annet Negesa, de Uganda; Christine Mboma y Beatrice Masilingi, de Namibia, y en Tokio 2020 se le negó la participación a Cece Telfer, mujer trans negra de Estados Unidos”, recuerda agenciapresentes.org.

En el artículo “¿Caster Semenya habría sido prohibida si fuera blanca?” escrito por Ruby Hamad, periodista siria y doctorante en medios y estudios poscoloniales, comenta que la percepción de los cuerpos de las atletas negras y otras mujeres racializadas ha sido impulsada por el racismo científico del siglo XIX. Éste determinaba que ser una mujer ‘real’ significaba ser blanca europea o de origen europeo.

ONU: “SON MECANISMOS INNECESARIOS, HUMILLANTES Y DAÑINOS”

Para HRW estas prácticas implican daños físicos, psicológicos y económicos para las atletas. Muchas veces el éxito en el atletismo significa mejorar sus condiciones de vida.

Además, HRW señala que “identificar a las atletas mediante la observación y la sospecha es una forma de controlar los cuerpos de las mujeres en función de definiciones arbitrarias de la feminidad y estereotipos raciales”.

La ONU ha calificado estos mecanismos de exclusión como “innecesarios, humillantes y dañinos”. Reconoce explícitamente que hay una forma particular de discriminación en el deporte hacia las mujeres negras y niñas atletas del sur global.

Con una retórica de buscar “igualdad y equidad deportiva”, la World Athletics y otras federaciones deportivas como la Federación Internacional de Natación (FINA) hoy excluyen y regulan la participación de las mujeres ejerciendo discriminación racial, por identidad de género y variaciones sexuales diversas.

NARRATIVA ANTIDERECHOS

En los últimos años se ha argumentado, sin bases científicas concluyentes, que la participación de las mujeres trans en los deportes representan una supuesta “ventaja injusta” para las mujeres cisgénero. Esta narrativa no solo la han usado las federaciones deportivas, también los grupos antiderechos en puesto de toma de decisión.

“Cada vez que una Federación Internacional hace una política que prohíbe a las atletas trans, vemos un efecto de goteo hacia otras políticas. El impacto real lo sentirán les atletas jóvenes de todo el mundo que ahora no pueden perseguir sus sueños atléticos y que son bombardeados con mensajes de organizaciones deportivas y legisladores que les dicen que no pertenecen y que no merecen las mismas oportunidades que sus compañeres para experimentar la alegría, las conexiones y la camaradería que conlleva practicar deportes”, comentó en un comunicado Chris Mosier, atleta y fundador de Trans Athlete, una plataforma que busca la inclusión de las personas trans en los deportes en Estados Unidos.

Actualmente en Estados Unidos 19 estados prohíben la participación en los deportes y competencias a nivel escolar a niñas, jóvenes y mujeres trans. Todas estas políticas son aplicadas al nivel básico y 15 de éstas se extienden a nivel preparatoria incluso universidad. Estas leyes están reguladas sobre todo hacia las niñas y mujeres trans. La forma en cómo buscan prohibir su participación promueve la sospecha y vigilancia sobre los cuerpos. Esto afecta de manera directa y pone en mayor vulneración a niñas, jóvenes y mujeres (trans y cis).

La organización Transgender Law Center afirma que la participación de las infancias y juventudes trans, en los deportes acorde a su identidad de género, puede proporcionar “un enorme impulso a su autoconfianza y autoestima, habilidades de liderazgo y experiencias positivas que les ayudarán en todas las demás áreas de sus vidas”.