MÁS DEL 90% DE LOS HOMICIDAS  EN TODO EL MUNDO SON HOMBRES: ¿POR QUÉ LAS MUJERES MATAN MENOS?

Por causas biológicas, culturales o sociales u otra razón aún no establecida las mujeres cometen muchos menos crímenes que los hombres. Pero cuando se trata de crímenes por venganza, celoso envidia, tanto mujeres como hombres llegarían a mostrar la misma crueldad.

De la redacción de EL NORTE

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La violencia en todo el mundo es perpetrada predominantemente por hombres. Nadie sabe realmente por qué, pero hay conjeturas que van desde la testosterona hasta la socialización.  De acuerdo con el promedio de estadísticas sobre homicidios de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, publicado recientemente, más del 90 % de los homicidas a nivel global son hombres.

Hay una gran incógnita respecto de las causas de esa diferencia. Los criminólogos, los psicólogos y todos los que se han acercado al fenómeno no han sido capaces de dar una respuesta satisfactoria, concluyente. Hay más disenso que consenso. Se busca la explicación en los roles del hombre y la mujer, en el consumo de alcohol, el acceso a las armas de fuego, la tendencia masculina a formar pandillas o en actividades del crimen organizado. (Las armas de fuego son las más utilizadas, causan 4 de cada 10 homicidios a nivel mundial, mientras que una cuarta parte de las víctimas son asesinadas con cuchillos y objetos punzantes.)

La tesis de la testosterona

Desde la psicología biológica se han estudiado las diferencias de género en este fenómeno, las biológicas y la testosterona tornarían a los hombres más violentos físicamente, más agresivos. Pero esto no sería determinante porque  existen además factores culturales, sociales y políticos que inciden en la impresionante diferencia en las tasas de homicidio por género del autor. Desde un punto de vista sociológico, enraizado en la socialización de género, las mujeres son premiadas socialmente por su comportamiento tranquilo, subordinado y pacífico; en cambio, se espera que los hombres sean violentos. Se los alienta para ser más agresivos o más dominantes, ya sea en un campo de fútbol, en el ejército o en una pelea en el bar. Por lo que esa diferencia homicida podría tener raíces sociales y culturales y no tantas biológicas.

Cuando las mujeres matan

El crimen en sí constituye un mal innegable en la sociedad desde el inicio de los tiempos. Las sociedades en general han repudiado y reprimido este tipo de hechos, pero mucho más si esos crímenes fueron cometidos por mujeres. Seguramente el origen de esa percepción tiene raíz histórica.  La “conducta femenina desviada” atacaba el rol impuesto por la sociedad a la mujer que debía tener un  rol pasivo y expectante.

Al hablar de la personalidad de un homicida hay dos factores claves: su actitud hacia la violencia y su impulsividad o temperamento. Ambos elementos se dan indistintamente en hombres y mujeres cuando la persona por venganza, por celos, por envidia o por cualquier otra razón mata; ambos sexos llegan a mostrar la misma crueldad. Se espera que las mujeres sean más pacíficas, más gentiles, más dadas a criar, a educar y como sociedad no sabemos cómo reaccionar cuando no son así, porque han estado envueltas en genocidios, porque las mujeres violan, las mujeres cometen actos de terrorismo, torturan. Muchas veces matan para defenderse o para proteger a sus hijos, pero queda demostrado que ningún comportamiento de homicidio o asesinato es exclusivo de un género.

Tarot, Desaparición y Muerte

En el año 2014 en el segundo juicio por jurados realizado en San Nicolás, condenaron por unanimidad a una mujer y a su medio hermano por el asesinato de Gonzalo Adrián Díaz, que estuvo más de dos meses desaparecido y que apareció muerto boca abajo en el fondo de un aljibe. Por el crimen fueron condenados Mercedes Colazo, esposa de la víctima y su medio hermano, Ramón del Valle Heredia.

El 24 de noviembre de 2013, no había rastro alguno de Gonzalo Díaz, nadie sabía nada de él, se lo había tragado la tierra. Pero en febrero de 2014 una mujer tarotista que luego se habría convertido en testigo de identidad reservada, denunció que Colazo era su cliente y que la consultaba por problemas con Díaz, que le tiraba las cartas y que desde un primer momento habría percibido en ella “malas energías”. Aseguró que luego de un tiempo la mujer le confesó haber matado a su marido, que le había dado una bebida con diazepam y que cuando se durmió le habría asestado un fuerte golpe en la cabeza que le ocasionó la muerte. Le refirió que actuó junto a su hermano y su amante, un hombre de apellido González. Entre todos trasladaron el cadáver a un aljibe de zona rural. Finalmente, luego de esta declaración la policía halló el cuerpo, estaba cubierto por bolsas de residuos y plásticos. La defensa alegó que la mujer actuó en contexto de violencia de género, que el hombre le pegaba y la violaba, pero el argumento no convenció al jurado y Colazo fue condenada.

Crimen de Micaela

Florencia González de 24 años fue condenada en este 2022 por herir mortalmente con un cuchillo del tipo “Tramontina” a  Micaela Insaurralde, de 19. El homicidio se produjo en una vivienda de calle Figueroa Alcorta. La víctima fue hallada tendida en el suelo inconsciente y cubierta de sangre. Falleció en el Hospital San Felipe el domingo 2 de febrero de 2020 producto de las heridas recibidas. El informe preliminar de la autopsia al cuerpo de Micaela determinó que la joven murió por un “shock hipovolémico” ocasionado por una herida de arma blanca a la altura del hombro que afectó una arteria.

Distintos testimonios daban cuenta de que Micaela había asistido junto a una amiga a un bar del centro de San Nicolás del que se retiró en dirección al domicilio de la acusada. Una vez adentro de la vivienda se originó una pelea por una silla de plástico que podía romperse y el consumo de alcohol y la violencia hicieron el resto. González le había pedido a la víctima que se vaya, pero una vez en la calle le habría asestado las puñaladas mortales

Con veneno

Otro hecho criminal en investigación también tiene a una mujer como protagonista. Está acusada de colocar un poderoso pesticida, en la comida destinada a su esposo de 59 años pero que también consumió su hija de 21. Ambos ingresaron a la guardia del hospital con signos de una aguda intoxicación. Habían terminado de cenar en familia, por lo que en un principio se sospechó de algún alimento en mal estado. Los análisis médicos confirmaron que no se trataba de una simple descompensación, habían ingerido alimentos con Carbofuran. El caso ocurrió en noviembre de 2019. El hombre quedó en estado irreversible y falleció tiempo después. La hija se recuperó e impulsó la investigación que se encuentra en curso.

Entretanto el abogado defensor interpuso en 2020 un pedido de sobreseimiento que aún no fue resuelto.

Estos son solo algunos pocos casos, no los únicos, ocurridos en esta ciudad que muestran que aunque las féminas serían menos propensas al delito ningún comportamiento de homicidio o asesinato es exclusivo de un género.