miércoles, 5 febrero, 2025
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Mañana se estrena «Bill ´79», la película que relata el paso del genial Bill Evans por San Nicolás

Corría el año 1979. Bill Evans, el gran pianista de jazz de la época, llegaba a la Argentina para una serie de conciertos. Uno de ellos es en San Nicolás. Mañana se estrena «Bill ´79», la película del director Mariano Galperín que relata la visita que cambió la historia de la ciudad.

Mañana se estrena «Bill ´79», la película que relata el paso del genial Bill Evans por San Nicolás

En 1979, Bill Evans (1929-1980), importante pianista y compositor de jazz estadounidense, desembarcó en Argentina por segunda vez (la primera había sido en 1973). Su visita fue inolvidable en la historia del desarrollo del género en el país, gracias a sus colaboraciones con músicos locales y a la difusión del jazz en Argentina.

Mientras transcurría el viaje, se decidió sorpresivamente hacer una fecha en San Nicolás de los Arroyos, que hoy es considerada una gran ciudad, pero que en los 70s era solamente un modesto pueblo de pocos habitantes. Las razones para la elección de San Nicolás como sede del evento son confusas: supuestamente existía una colonia estadounidense gracias a una empresa petrolera, pero el concierto fue un fracaso, y asistió un público ínfimo

Seis meses después de ese concierto, Bill Evans moriría como consecuencia de la perforación de una úlcera gástrica. Su muerte fue considerada por muchos de los que lo conocían como un “suicidio lento”: su hermano y su ex esposa se habían suicidado ambos hacía no tanto, por lo que Evans sufría de abusos de sustancias como alcohol y heroína.

Después de enterarse de la historia a través de una crónica del periodista Joaquín Sanchez Mariño, Mariano Galperín, director y productor de cine, se sintió atrapado por la historia por su inverosimilitud. ¿Qué hacía un genio del jazz consagrado como Bill Evans en San Nicolás de los Arroyos? Quizás la respuesta a esa pregunta esté en Bill 79 (2023), la película dirigida por Galperín que narra el mítico viaje del genio del jazz a la pampa bonaerense, y se estrena este jueves 11 de mayo.

“La historia me atrapó porque era increíble pero real”, afirma. “Me impresionaba que él estaba muy consagrado ya, era Bill Evans. La época también me representaba un desafío. Acá en los 70s se escuchaba mucho tango o rock, y era un contraste muy grande con el jazz que venía de afuera. Además del contexto histórico de acá”.

En dictadura

A fines de los años 70, la Argentina estaba cifrada por su momento más oscuro: la dictadura cívico-militar. En forma de misceláneas, el sombrío contexto en el que se lleva a cabo el concierto se cuela durante la película. Por ejemplo, siendo controlados en la ruta por entrar al pueblo.

“La ruta me parecía una buena manera de hacer que entre el contexto, hacer que un brigadier sea alguien importante del pueblo, o poner algunas caras que den miedo. Porque era así, daba miedo, y para el que venía de afuera era una cosa muy extraña, porque no se esperaban que pasen estas cosas”, afirma Mariano.

Evans, interpretado por Diego Gentile, está oscuro y melancólico por su propio contexto. Se la pasa en un estado semi onírico en el que recuerda a sus muertos, en parte producido por el alcohol y la heroína, y en parte por la depresión de los duelos que está llevando consigo. Pareciera que está siendo arrastrado a todos lados. Así, termina en la casa de un joven pianista y su abuela, con los que come empanadas y mira la pelea de boxeo entre Mike Rossman y Martín Galíndez en una secuencia agridulce.

No existen testimonios por parte del mismo Evans de cómo lo afectó San Nicolás. Sin embargo, el estado en el que se encontraba es recordado por aquellos que lo conocían, no sin remarcar que jamás perdió su sentido del humor. “Era muy cínico y tuvo un humor increíble siempre. Eso me gustaba, porque no quería que sea solemne la película, porque él tenía mucha chispa”, afirma.

“Es verdad que firmó discos en San Nicolás, le firmó uno al que le afinó el piano (eso también es cierto) porque está la dedicatoria. Tuve mucho cuidado de poner “inspirada” y no “basada” en hechos reales. Porque claro que hay situaciones que hay que dibujar más, que hay que ilustrar para que sea realmente una película”, afirma Mariano.