jueves, 28 noviembre, 2024
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Edición N°

FRUTOS DE LAS LUCHAS FEMINISTAS DESDE EL ADVENIMIENTO DE LA DEMOCRACIA

FEMINISMOS PARA LA VIDA COTIDIANA

En una semana especial para Argentina dado que el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia pone en valor la construcción democrática, no debemos olvidar que sin mujeres participando del poder hubiera sido muy difícil acceder a leyes que ampliaron nuestros derechos.

Por Lic. Marité Gutiérrez y Psic. Fabiana Conti.

El aumento de la participación de las mujeres en la política, en los sindicatos, en los diferentes lugares de poder impactó en nuestra vida cotidiana abordando temáticas que nos afectaban y que fueron invisibilizadas durante años. Lo que hoy nos parece natural y un derecho que siempre existió, no fue siempre así. Elegir libremente a nuestros gobernantes, participar  política y sindicalmente con libertad, ocupar puestos de decisión y responsabilidad nos  estuvo vedado durante muchísimos años.

En la primera década del siglo XX diversas mujeres socialistas, librepensadoras, radicales tales como Cecilia Grierson, Elvira Rawson,  Julieta Lanteri, Alicia Moreau,  entre otras,  comenzaron a hablar de la posibilidad de que las mujeres votáramos y participáramos en política.  Y presentaron un proyecto de ley que no prosperó en esos años. 

Recién en 1947, durante el gobierno de Perón y gracias a Eva Duarte éste derecho se consagrará. Debió esperar a 1951 para hacerse efectivo ya que  hubo que modificar procedimientos técnico-administrativos estatales para que se  hiciera efectivo.

Las leyes de cupo femenino tienen como objetivo aumentar la participación de las mujeres en la vida política y pública y asegurar un mínimo en la representación política y en cargos o puestos de dirección.

REPRESENTACIÓN ADECUADA Y EQUITATIVA

Desde el advenimiento de la democracia en 1983 las luchas tuvieron algunos frutos tales como:

1991: La ley 24.012 de cupo femenino, que estableció la obligatoriedad de incorporación del 30% de las mujeres a las listas para los cargos legislativos.

2000: Decreto 1246/00 para efectivizar el cupo femenino en las listas de las categorías Diputado/a Nacional, Senador/a Nacional y Constituyente Nacional.

2002: Ley 25.674 ley de cupo femenino en las asociaciones sindicales. La representación femenina en los cargos electivos de las asociaciones sindicales será de un mínimo del 30% (treinta por ciento) cuando el número de mujeres.

2009: Ley 26.571, que incluyó el cupo de género en las listas para la elección de autoridades partidarias.

2017: Ley 27.412 de paridad de género, que establece que las listas se deben confeccionar alternando a una mujer y un varón o viceversa.

Su importancia radica en que promueven la igualdad de género, al garantizar la representación adecuada y equitativa en la vida política, pública, sindical y en el ámbito privado. Asimismo, logran diversificar  y mejorar la toma de decisiones. 

Al incluir más mujeres se incorporan perspectivas y experiencias diferentes y posibilita que las decisiones que se toman, sean más equitativas y justas.

Son una herramienta contra la discriminación por género y aumenta la participación ciudadana, e inspira a las jóvenes a aumentar su participación en la vida política y en la vida pública.

LEGISLACIÓN CON PERSPECTIVA DE GÉNERO

Desde adentro del poder es más sencillo plantear soluciones, diseñar políticas públicas, y legislación con perspectiva de género.

Sin mujeres participando del poder hubiera sido muy difícil acceder a leyes que ampliaron nuestros derechos. Cada uno de estos avances fue posible gracias al compromiso y la lucha de mujeres feministas que insistieron, lucharon sin descanso, comprometieron a otras mujeres y a varones que las acompañaron en sus reclamos y lograron cada uno de los avances necesarios aunque no suficientes.

Al decir de  Elizabeth Jelin: “El siglo XXI se presenta fértil en la diversidad de procesos históricos ligados a las memorias del pasado con una perspectiva de género, en un contexto lleno de iniciativas y presencia pública de las demandas de los feminismos. El aborto legal, seguro y gratuito, la educación sexual integral, la demanda de políticas públicas de cuidado, la intención de romper con una estructura política y de poder patriarcal y machirula, están presentes en la esfera pública y en la vida cotidiana, íntima y privada (…)  Activas en los movimientos sociales, en los reclamos por las violaciones dictatoriales, por las diversas formas de violencia hacia ellas que persisten a lo largo de la historia, con propuestas específicas y también con un feminismo que propone revolucionar el sistema de relaciones sociales imperante, las mujeres están en la calle, en las movilizaciones, en la expresión. El desafío central es que esas demandas y propuestas penetren y transformen los sistemas institucionales, que mantienen una lógica masculina y patriarcal”.