miércoles, 27 noviembre, 2024
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EN AFGANISTÁN, LAS MUJERES TAMPOCO PODRÁN ACCEDER A LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

OTRO IMPEDIMENTO

El nuevo mandamiento establecido a nivel estatal por el régimen fundamentalista este martes, va en sintonía con la restricción impuesta sobre el género femenino para asistir a establecimientos de enseñanza secundaria.

“Con efecto inmediato y hasta nuevo aviso” reza la carta dirigida a las autoridades del sector público y privado.


De la redacción de EL NORTE
diarias@diarioelnorte.com.ar


Desde la vuelta de los talibanes a Afganistán el 15 de agosto de 2021, los derechos de las mujeres y niñas han ido cada vez más en detrimento. Hace un año se les quitó a las jóvenes afganas la posibilidad de instruirse en la educación secundaria. Y por estos días, se decidió a nivel estatal que tampoco puedan acceder al nivel superior, como es considerada la universidad.


La decisión fue efectuada este martes por el ministro de educación de los talibanes, Shaikh Nida Muhammad Nadim tras una reunión del gabinete de gobierno de los islamistas, según reveló una misiva oficial publicada por medios afganos. El jefe supremo de los talibanes, Haibatulá Ajundzadá, también estuvo involucrado en la determinación, según un alto responsable.


“Con efecto inmediato y hasta nuevo aviso” reza la carta dirigida a las autoridades del sector público y privado, con el fin de prohibir todo tipo de educación para las mujeres.
La veda arriba a menos de tres meses después de que miles de mujeres se presentaran a los exámenes de ingreso a la universidad en todo el país.


Promesa incumplida


En diversas ocasiones los talibanes aseguraron que efectivamente permitirían la educación de su población femenina, con modelos de enseñanzas adecuados a la sharía o ley islámica. Sin embargo, esta nueva restricción se suma a un continuo retroceso en materia de derechos humanos para las mujeres. Ejemplos de ello, son la segregación por género en espacios públicos, la obligación de ir acompañadas de un familiar varón durante los trayectos largos y, sobre todo quizás lo más visible, la imposición del burka.


Asimismo, las mujeres funcionarias también han quedado excluidas de la mayor parte de empleos públicos.


“Me invade la ira, la desesperanza, una sensación de impotencia y culpa. Ningún paso adelante y un retroceso tan inmenso para Afganistán en los últimos 16 meses. Tenemos que encontrar formas nuevas y creativas de mantener la luz encendida, para que la lucha continúe”, publicó en su cuenta de Twitter la activista afgana, Shaharzad Akbar.


Lamentablemente los talibanes no cambiaron ni un poco su forma de actuar. De hecho, repiten con creces el comportamiento que los caracterizó durante el régimen entre 1996 y 2001. Se identifican por llevar adelante una rígida interpretación del islam, y contener un estricto código social conocido como ‘pastunwali’, donde se les impide a las mujeres la asistencia a las escuelas y se las recluye en tareas del hogar.


Protestas peligrosas


Son muy pocas las mujeres que se animan a protestar en contra de las medidas impuestas por los talibanes, ya que enfrentar al régimen fundamentalista supone una acción de alto riesgo de vida. Decenas de manifestantes han sido arrestadas y en reiteradas oportunidades, incluso los periodistas sufren impedimentos para cubrir dichos movimientos.