miércoles, 27 noviembre, 2024
Edición Diaria
Edición N°

EL MINISTERIO RUSO DE DEFENSA DESCUBRE 240 PATÓGENOS PELIGROSOS EN LABORATORIOS UCRANIANOS

El cólera y el ántrax figuran entre los patógenos encontrados en los laboratorios ucranianos, detalló el jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, Ígor Kirílov.

Especialistas del Ministerio de Defensa de Rusia han descubierto 240 patógenos de enfermedades peligrosas, incluidos el cólera y el ántrax, en laboratorios biológicos ucranianos y los están analizando, informó el jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, Ígor Kirílov.

“Hemos trabajado en cuatro laboratorios. Había unas 240 sustancias patógenas de diferentes tipos en esos laboratorios, las seguimos investigando. La mayoría de ellas están relacionadas con el ántrax y el cólera”, declaró el militar de alto rango durante su intervención en los establecimientos ucranianos ante la Cámara Alta sobre las actividades de biología militar estadounidense.

Kirillov subrayó que Rusia dispone de vacunas y medicamentos contra este tipo de enfermedades y que el Ministerio de Defensa coopera en este ámbito con el Ministerio de Salud y el regulador sanitario Rospotrebnadzor.

  • Semanas después del comienzo de la operación especial militar rusa en Ucrania en febrero de 2022, especialistas rusos en defensa radiológica, química y biológica estudiaron varios documentos incautados que pusieron al descubierto un proyecto secreto de EE.UU. y la OTAN que investigaba la transmisión de enfermedades de animales a los humanos.
  • En abril de 2022, el Kremlin denunció que los laboratorios biológicos “trabajan no solo en patógenos, microbios, virus, etc., extremadamente peligrosos, sino también en proyectos para crear nuevos tipos de armas biológicas dirigidas a determinados grupos étnicos”.
  • El jefe de las Tropas de la Defensa Radiactiva, Química y Biológica de Rusia, Ígor Kirílov, informó en junio del mismo año que decenas de laboratorios financiados por el Departamento de Defensa estadounidense fueron utilizados para estudiar virus que pueden ser transmitidos por mosquitos, como la fiebre del dengue, enfermedad de la que se produjeron varios brotes en Cuba en la década de 1980.