jueves, 28 noviembre, 2024
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DE LOS 8 MILLONES DE PERSONAS INACTIVAS EN EDAD DE TRABAJAR, 65% SON MUJERES

AFECTADAS POR FUNCIONES EN EL ESPACIO DOMÉSTICO, TAREAS DE CUIDADO Y NIVELES EDUCATIVOS

En un informe de la fundación Éforo, se destacan que los motivos de inactividad declarados son diferentes según el género. Mientras que las mujeres declaran al trabajo doméstico como razón principal de su inactividad laboral, los hombres manifiestan el hecho de ser estudiantes, jubilados, pensionados, rentistas. De lo que se desprende como conclusión que los roles son factores claves que dificultan la inserción o reinserción laboral.

El estado de inactividad de las personas en edad de trabajar debe ser entendido como una situación que excede las decisiones individuales y que responde a escenarios sociales más complejos. ILUSTRACIÓN WEB

De la Redacción de EL NORTE
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En Argentina, la inactividad es una realidad concreta que afecta a millones de personas y que ha modificado el escenario local en los últimos años, exponiendo a un número significativo de la población a condiciones de vulnerabilidad y precariedad socioeconómica. En el reciente difundido informe “Caracterización de la población inactiva en edad de trabajar” elaborado por Fundación Éforo, se ofrece un panorama general acerca de las personas que se encuentran inactivas pese a tener edad de trabajar. De los 8 millones de personas inactivas en edad de trabajar, el 65% son mujeres y 35% hombres. Se indica su relación con el rol de cuidado y trabajo doméstico tradicionalmente asignado a las mujeres y a los efectos de la maternidad sobre su desarrollo profesional y laboral.

Según el sistema de estadísticas, una persona es inactiva cuando no tiene ni busca empleo. Diferente es el caso de la desocupación que abarca a las personas que no tienen empleo pero que están en algún proceso de búsqueda laboral.

Jóvenes

A partir de los datos de la EPH se desprende que en Argentina más de la mitad de la población se encuentra inactiva, lo que equivale aproximadamente a 24 millones de personas (aproximadamente un 53%).

Este total se divide en 16 millones de personas que se encuentran fuera del rango etario estipulado por la normativa laboral argentina para trabajar y 8 millones de personas que pese a encontrarse en edad de trabajar no lo hacen.

Al analizar las edades, 4,3 millones de inactivos son personas mayores a los 24 años. De los restantes 3,7 millones de personas inactivas, que son jóvenes entre 15 y 24 años, 2,9 millones se encuentran estudiando y 800.000 no trabajan ni estudian (conocidos también como los “ni ni”). A su vez, dentro de la población inactiva, 5,4 millones de personas no tienen ninguna fuente de ingresos y en su mayoría son mujeres.

Género y hogares

En el mismo informe se destacan que los motivos de inactividad declarados son diferentes según el género. Mientras que las mujeres declaran al trabajo doméstico como razón principal de su inactividad laboral, los hombres manifiestan el hecho de ser estudiantes, jubilados, pensionados, rentistas. De lo que se desprende como conclusión que los roles al interior del espacio doméstico, la distribución de los trabajos de cuidado y la configuración del hogar son factores clave que dificultan la inserción o reinserción laboral y que explican la inactividad especialmente en el caso de las mujeres.

Además, según el tipo de hogar, la inactividad se distribuye de manera diferencial. Los hogares biparentales son más representativos en cuanto a hogares en donde habita, por lo menos, una persona inactiva en edad de trabajar. De los 3 millones de hogares donde uno de sus miembros es inactivo, 2,1 millones (70%) se trata de hogares biparentales. Y 1,8 millones de estos hogares corresponden a la situación en donde el otro miembro se encuentra trabajando para el mercado laboral.

Del universo total de hogares biparentales en donde una persona es inactiva en edad laboral y la otra está ocupada en el mercado laboral, el 54% (aproximadamente 1,1 millones de hogares) se encuentran en situación de vulnerabilidad social (43% son pobres y otro 11% son indigentes). Por último, en el 90% de los hogares biparentales donde un integrante está ocupado/a y el otro inactivo/a, es la mujer quien no tiene ni busca empleo (1,6 millones de mujeres).

Educación e informalidad

Del total de la población (que según los datos provisorios del Censo 2022 rondaría los 46 millones de personas), el 6,3% de la población total son inactivos que no han terminado el secundario. Asimismo, el 7,3% son inactivos pese a tener secundaria completa o estudios universitarios incompletos. Y el 1,0% de la población total son profesionales que no tienen empleo ni lo buscan activamente, aproximadamente 460.000 personas.

El aumento de la inactividad laboral se ha combinado en los últimos años con el crecimiento de la informalidad y con la reducción de los puestos de trabajos formales, lo que explica la caída del desempleo. A la salida de la pandemia, se multiplicaron los empleos informales, que son los de mayor inestabilidad y precariedad. Mientras que en la fase de contracción 2019-2020, los empleos informales cayeron en 50,7%, en la fase de recuperación 2021-2022 se incrementaron en 92,2%.

Tanto la informalidad como la inactividad laboral afectan mayoritariamente a las mujeres y jóvenes. Y entre los factores que explican la inactividad de las personas se debe tener en cuenta el rol desempeñado al interior del espacio doméstico, la distribución de las tareas de cuidados, los niveles educativos alcanzados y la configuración del hogar. Por lo tanto, el estado de inactividad de las personas en edad de trabajar debe ser entendido como una situación que excede las decisiones individuales y que responde a escenarios sociales más amplios y complejos.