CUANDO EL LEGENDARIO SHERIFF WYATT EARP ASESORABA WESTERNS EN HOLLYVOOD E INSPIRÓ A JOHN WAYNE

Uno de las figuras míticas de Estados Unidos, es Wyatt Earp, el mítico sheriff que protagonizó el célebre duelo de OK Corral y cuya última etapa de su vida transcurrió plácidamente en el recién nacido Hollywood, asesorando a los actores que encarnaban cowboys; de ellos, parece ser que un alumno aventajado fue una joven estrella del football universitario al que todos llamaban Duke pero que era conocido por el público como John Wayne.

De la redacción de El Norte
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Wyatt Earp nació en Mommouth, Illinois, en 1848, cuarto de los siete hijos de un veterano militar casado en segundas nupcias. Se casó pronto, con veintiún años y tras una etapa como cazador y vaquero empezó a trabajar en la defensa del orden público en 1869 al sustituir a su padre como comisario de la localidad de Lamar, Missouri, cuando éste lo dejó para ser juez de paz.

En mayo de 1878 pasó a ser ayudante de un sheriff y como tal protagonizó la primera de sus hazañas al enfrentarse a un grupo de vaqueros que estaban armando lío y disparando.

El incidente tuvo como escenario el Long Branch Saloon, donde recibió la ayuda de otro mítico personaje al que había conocido en uno de sus recientes viajes: Doc Holliday, médico reconvertido en jugador profesional que pasó a ser un buen amigo. No obstante, ese verano hubo un nuevo enfrentamiento armado con vaqueros borrachos, quedando clara la peligrosidad de la vida en esa ciudad.

En septiembre de 1879 Earp decidió trasladarse a Tombstone, Arizona, a instancias de su hermano Virgil, que era comisario de la vecina Prescott. Acaba de emparejarse con una prostituta llamada Celia Anne Mattie Blaylock y, lógicamente, se la llevó consigo; les acompañaron su hermano James, Doc Holiday y la esposa de éste.

Leyenda

En 1880 pasó a ser sheriff, protagonizando algunas acciones que le dieron fama de frío y arrojado ante el peligro, así como de una dureza implacable en sus intervenciones; esto le hizo ganarse profundas enemistades y las más destacadas llevaban los apellidos de dos clanes locales: los Clanton y los McLaury.

Los cinéfilos recordarán el célebre duelo que enfrentó en 1881 a dichos clanes con el de los Earp cuando éstos fueron a detenerlos por robo de caballos. Duelo de titanes, Pasión de los fuertes, Duelo a muerte en OK Corral… El séptimo arte ha inmortalizado muchas veces aquellos hechos que lanzaron a la fama a Wyatt, aunque muchos no saben que el incidente se prolongó cuando la justicia exoneró de responsabilidad a los Earp y los otros se vengaron matando a Morgan, el pequeño de la saga, y dejando inválido a Virgil, lo que llevó a Wyatt a acabar con todos.

Entretanto y durante los años siguientes, Earp siguió trabajando en el mundo policial pero ampliando actividades a otros campos: tomó parte en la llamada Guerra de Dodge City poniendo orden, se involucró en el mundo del boxeo como árbitro y en las carreras de caballos comprando una cuadra, hizo inversiones inmobiliarias, probó la minería en Yukon al amparo de la Fiebre del oro (y se hizo amigo de Jack London, que también estaba en ello), abrió un salón de juego, etc.

El cine

Una década después, ya mayor y enfermo, inició una nueva aventura profesional: si siempre había estado abierto a los avances y fue de los primeros en invertir en petróleo, ahora supo ver el potencial de la incipiente industria cinematográfica y aceptó la oferta de ser asesor en películas del oeste, conociendo a Charles Chaplin y Douglas Fairbanks, además de entablar amistad con Raoul Walsh (futuro director de Murieron con las botas puestas, El hidalgo de los mares, El mundo en sus manos y Tambores lejanos, entre otras grandes cintas), aunque con quien tuvo una relación especial fue con los dos actores de westerns más importantes que había en la época: William S. Hart y Tom Mix.

De hecho, a partir de 1923 empezaron a hacerse películas sobre él (más de treinta hay) y otras grandes estrellas como por ejemplo Henry Fonda, James Stewart, Burt Lancaster o Kevin Costner, se encargarían de encarnarle.

Curiosamente, el vaquero cinematográfico por excelencia, John Wayne, confesó en una ocasión haber imitado en sus actuaciones -al igual que Hart antes que él- los ademanes y el habla de Earp desde que le conoció muy joven, cuando aún daba sus primeros pasos en el cine y salía sin acreditar, durante las visitas que el viejo sheriff hacía en los años veinte a los sets de rodaje de John Ford (que por entonces tenía como actor de cabecera a Harry Carey, antes de descubrir el carisma de Wayne).