ARGENTINA SALIO DEL GRUPO DE LIMA

Los países que integran el Grupo de Lima buscan elecciones libres y justas que puedan terminar con el régimen de Maduro. Ayer, el gobierno del presidente Alberto Fernández decidió dar un portazo a esa organización.

El Gobierno basó su salida en la falta de resultados del Grupo de Lima. WEB

En lo que fue leído como un nuevo apoyo a la dictadura de Nicolás Maduro, el gobierno argentino de Alberto Fernández decidió dar un paso al costado y abandonar el Grupo de Lima, la institución constituida por países de la región cuya misión consiste en encontrar una salida ordenada a la severa crisis social, humanitaria y económica que padece Venezuela. Argentina es el primer miembro en alejarse de ese organismo multilateral.

Explicación

La explicación dada por el ministerio encabezado por el canciller Felipe Solá se basó en que los esfuerzos hechos hasta el momento no habían provocado avances en el país comandado por el gobierno militar de Maduro. “Argentina formalizó su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada”, señaló el documento dado a conocer en la tarde de ayer.
Tras conocerse la sorpresiva decisión diplomática argentina, los Estados Unidos subrayaron que continuarán trabajando con aquellas naciones “comprometidas con la democracia” en Venezuela.

Solución negociada

Ante una consulta de Infobae, desde el Departamento de Estado emitieron un breve comunicado en la cual ratificaron su apoyo a la institución, sus países socios y sus principales lineamientos.
“Estados Unidos cree que debe haber una solución negociada a la crisis precipitada por Maduro. Debe haber elecciones presidenciales y parlamentarias libres y justas en Venezuela”, señaló la declaración hecha por un portavoz norteamericano. Y continuó: “Esperamos fortalecer la coordinación con socios internacionales comprometidos con un futuro pacífico y democrático en Venezuela”.
Hace unas semanas, Anthony Blinken -secretario de Estado norteamericano- se comunicó por teléfono con el presidente interino Juan Guaidó y ratificó el compromiso norteamericano de “trabajar con la ayuda de aliados con ideas afines, incluyendo la Unión Europea, el Grupo de Lima, la Organización de los Estados Americanos y el Grupo Internacional de Contacto, para aumentar la presión multilateral y propiciar una transición democrática pacífica”.
Al conocerse la noticia de que Fernández había decidido dar un paso al costado de uno de las organizaciones que más presión ejercía sobre la dictadura de Maduro, el Palacio de Miraflores celebró. Los medios de comunicación que responden al régimen enmarcaron el comunicado de la cancillería argentina y resaltaron la importancia de la resolución.