Las persianas del local ubicado en Mitre y Urquiza se bajaron, en principio por tiempo indefinido. La cadena de electrodomésticos atraviesa serias dificultades económicas y financieras que derivaron en el cierre de unas 200 sucursales. Son once los trabajadores que empleaba la firma en nuestra ciudad.

La empresa de electrodomésticos Garbarino cerró el local que funcionara en Mitre y Urquiza, como también el resto de las sucursales que operaban en el país. En nuestra ciudad son once los trabajadores que empleaba la empresa, que desde la semana pasada se encontraban en estado de alerta por el incumplimiento salarial. Según le explicaba a este diario la secretaria general del Sindicato de Empleados de Comercio de San Nicolás, María Delia Dignani, a los empleados nicoleños se les adeuda entre el 25% y 50% del salario de abril, y el total de mayo. “La situación se ha vuelto insostenible”, aseguraba Dignani días atrás.


“Ahora estamos a la espera de lo que diga la FAECyS (Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios) en cuanto a la continuidad de los reclamos presentados”, confirmó este viernes Dignani.
En otras ciudades la representación sindical pide la intervención del gobierno nacional entendiendo que se trata de un lockout patronal que afecta cuatro mil trabajadores, y califican al conflicto  como el más grande en la actividad privada en los últimos años.
El Sindicato de Empleados de Comercio califica la situación desatada como un lockout patronal en virtud de que no hubo abastecimiento de mercadería, y los empresarios no se hicieron cargo de los salarios de los trabajadores. La empresa vació los locales y ahora cerraron por tiempo indefinido más de doscientas sucursales en todo el país.
Garbarino rechazó la oferta de compra que propuso Facundo Prado, propietario de la firma de telecomunicaciones Supercanal Arlink. Pero Carlos Rosales, dueño de la cadena, negocia con nuevos interesados en adquirir el retailer más grande de electrónica y electrodomésticos del país, que acumula deudas por más de $ 4629 millones y tiene en vilo la continuidad laboral de 3800 empleados.
En la búsqueda de un plan B, Garbarino mantiene conversaciones con dos candidatos, cuya identidad aún no trascendió. “Es confidencial. Se revelará en tanto haya avances. Hasta anoche, se consideró la opción de Prado. A partir de hoy, se escuchan otras alternativas. Habrá reuniones con potenciales inversores para encontrar una solución”, explicaron desde la compañía.
La “solución” que se busca es la incorporación de socios, a cambio de un porcentaje accionario, para regularizar la delicada situación que atraviesa la cadena. “La idea no es venderla en su totalidad”, aclararon.