HARALD HARDRADA, EL REY NORUEGO QUE FINGIÓ MORIR PARA TOMAR UN CASTILLO

HISTORIAS DE LA HISTORIA

En un capítulo de la famosa serie de televisión Vikingos vemos como Ragnar Lodbrok utiliza una ingeniosa estratagema para entrar en París fingiendo su muerte. Este episodio sucedió en realidad, a tenor de lo que cuentan las sagas vikingas, aunque su protagonista no fue Ragnar, sino el que luego sería rey de noruega Harald Hardrada (Harald III de Noruega). 

De la redacción de El Norte
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Harald Sigurdsson, que ese era su auténtico nombre, nació en Ringerike (Noruega) hacia el año 1015. Hacia 1033 junto con 500 de sus hombres se dirige a Constantinopla, donde entra a formar parte de la Guardia Varega, la unidad de élite bizantina cuyos miembros formaban la guardia personal del emperador, integrada por mercenarios suecos, daneses, noruegos e islandeses.

En 1038 se une a la expedición bizantina para reconquistar Sicilia a los sarracenos, que habían establecido allí un emirato en el año 965. Las sagas cuentan que Harald  y sus hombres lograron capturar cuatro ciudades hasta 1041, año en que finaliza la expedición y la Guardia Varega es enviada a sofocar la revuelta normanda en el sur de Italia.

Morir

Es posiblemente durante esa campaña cuando Harald emplea la estratagema comentada al principio. Las sagas relatan como, tras  tomar tres castillos, Harald asedia  a un cuarto. Este era el más grande de todos, y tan bien defendido que no había posibilidad de traspasar sus murallas. Entonces Harald cayó enfermo y se recluyó en su tienda, alejada del campamento, para que no le molestase el ruido de las armas.

Los señores del castillo, intuyendo que algo pasaba, envían espías a investigar. Cuando vuelven informan que el comandante de los sitiadores está tan enfermo que es inminente su muerte. Finalmente los varegos envían una embajada al castillo informando de la muerte de Harald, y solicitando que los sacerdotes le concedan ser enterrado en tierra sagrada dentro del castillo (para esa época el cristianismo ya había empezado a extenderse por Escandinavia, y Harald era cristiano).

En aquellos tiempos albergar el cuerpo de un gran soldado o señor solía suponer para los monasterios e iglesias que vendría acompañado de presentes y favores. De modo que finalmente aceptan y una gran procesión sale para recoger el ataud de Harald y llevarlo dentro del castillo. Los varegos cargan con él y, se unen a la procesión con sus mejores galas y estandartes.

Una vez dentro del castillo depositan el ataud en el suelo junto a las puertas, y bloquean estas con una viga para que no se puedan cerrar. Harald sale entonces del ataud y todo el ejército varego irrumpe en el castillo totalmente armado, matando a cualquiera que se pone por delante.

Masacre

Dicen las sagas que de los habitantes del castillo nadie sobrevivió, y que el botín conseguido fue realmente enorme. Se sabe que Harald se hizo inmensamente rico durante el tiempo que estuvo al servicio de Bizancio, y que solía enviar cargamentos de oro al Rus de Kiev, donde Yaroslav se lo guardaba a buen recaudo.

En 1042 Harald solicita permiso para volver a Noruega, aunque le es denegado por la emperatriz Zoe. Aun así consigue escapar con algunos de sus hombres y vuelve al Rus de Kiev donde proporciona a Yaroslav información esencial para el subsiguiente ataque de éste a Constantinopla.

Finalmente vuelve a Noruega donde, para 1046 consigue hacerse con el trono arrebatado a su hermano Olaf. Su reinado se recuerda como relativamente pacífico y tranquilo, con avances importantes en el comercio y la economía.

La muerte le llegó el 25 de septiembre de 1066 en la Batalla de Stamford Bridge, en Inglaterra, disputándole el trono inglés a Haroldo III, que sería el último rey anglosajón. Haroldo pudo con Harald, pero moriría igualmente poco después, el 14 de octubre, en la batalla de Hastings, que marcaría el comienzo de la dinastía anglonormanda con Guillermo el Conquistador.