miércoles, 27 noviembre, 2024
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¿Qué es el crawling peg? Término que mencionó Espert luego de que se conociera el presupuesto 2025

El Banco Central aplica el “crawling peg”, un sistema de ajuste gradual y controlado del dólar oficial, para evitar fluctuaciones bruscas en su valor. Este mecanismo permite depreciar o apreciar la moneda dentro de límites predefinidos, manteniendo la competitividad de las exportaciones y ajustándose a las condiciones económicas del país.

crawling peg

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) está utilizando el “crawling peg” como mecanismo para ajustar de manera progresiva y controlada el valor del dólar oficial. Este sistema permite realizar ajustes graduales y predefinidos del tipo de cambio, evitando fluctuaciones bruscas en la cotización de la moneda.

El “crawling peg”, que en español significa “tipo de cambio deslizante” o “tipo de cambio arrastrado”, se basa en la idea de un ajuste gradual (“crawling”) del valor de la moneda, mientras que “peg” se refiere a la fijación o ajuste controlado del tipo de cambio dentro de ciertos límites establecidos.

Este sistema resulta especialmente útil en situaciones de alta inflación, ya que permite que el tipo de cambio se deprecie de forma paulatina, lo que contribuye a mantener la competitividad de las exportaciones argentinas en los mercados internacionales. Por otro lado, si la moneda se aprecia en exceso, el Banco Central puede intervenir para evitar una sobrevaloración que afecte la economía del país.

El “crawling peg” otorga al BCRA la flexibilidad necesaria para ajustar el valor de la moneda de acuerdo con las necesidades económicas, mitigando los impactos que podrían surgir de movimientos repentinos o descontrolados del tipo de cambio.

La historia del país

Argentina ha experimentado diversas etapas en su historia económica en las que adoptó el Crawling Peg como parte de su política cambiaria. En la década de 1990, durante el período conocido como la Convertibilidad, Argentina estableció una paridad fija entre el peso argentino y el dólar estadounidense, lo que significaba que el tipo de cambio estaba anclado y no podía fluctuar. Sin embargo, en 2001, el país enfrentó una severa crisis económica y abandonó la Convertibilidad, lo que llevó a una fuerte devaluación del peso y a una adopción posterior del Crawling Peg.

En etapas posteriores, Argentina recurrió al Crawling Peg como un intento de estabilizar la economía y controlar la inflación. Sin embargo, la implementación del sistema no estuvo exenta de desafíos. Las bandas de fluctuación se volvieron difíciles de mantener en momentos de volatilidad económica, y el país enfrentó especulaciones sobre la dirección futura del tipo de cambio, lo que aumentó la volatilidad del mercado de divisas.

A pesar de los desafíos, el Crawling Peg permitió una mayor flexibilidad en la gestión del tipo de cambio y ayudó a evitar fluctuaciones bruscas, lo que proporcionó cierto grado de estabilidad en la economía. Sin embargo, también surgieron críticas sobre la efectividad del sistema en la contención de la inflación y en el manejo de las reservas internacionales.

En la actualidad, Argentina continúa enfrentando decisiones cruciales en materia cambiaria y se debate sobre un crawling peg que se ajusta en un 2% con una inflación que viaja por encima del 20%. Si bien el tipo de cambio sigue siendo competitivo, el mercado plantea la posibilidad de que se quede “corto” en un plazo menor a 3 meses.