miércoles, 27 noviembre, 2024
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Qué es el estrés parental y porqué los padres de hoy están más agotados que nunca

SALUD Y FAMILIA

El director de sanidad de los Estados Unidos declaró que la fatiga mental de las mujeres y hombres con hijos es un tema urgente de salud pública. Qué cambió respecto a otras épocas y cómo afrontarlo, según los especialistas.

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“El estrés parental es una realidad epocal poco estudiada pero con mucha presencia clínica y también en las calles”, según los especialistas.

Los padres de hoy están más estresados que nunca. Y no es una sensación: una encuesta reciente de la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por su sigla en inglés) arrojó que casi la mitad se siente abrumadoramente estresado todos los días, frente al 25% de quienes no tienen hijos.

Además, el 66% de los padres informaron estar “consumidos por preocupaciones relacionadas con el dinero”, en comparación con el 39% de otros adultos que no eran padres.

Será por eso que el director de sanidad de Estados Unidos, doctor Vivek Murthy, declaró que el estrés parental es un tema urgente de salud pública, y reconoció que los niveles de agotamiento físico y mental que experimentan los padres hoy puede deteriorar su salud y bienestar, y, en consecuencia, afectar negativamente a sus hijos.

¿Qué es el estrés parental?

“El estrés parental puede entenderse como el agotamiento que viven los padres constantemente en una época en la que está bien visto el multitasking, y los adultos están todo el tiempo atados a las actividades de los chicos, los horarios del trabajo, las tareas del hogar, las actividades propias, etc.”. Así comenzó a definir ante la consulta del medio Infobae la licenciada en Psicología especialista en crianza y orientación a padres y coautora de Adolescencia divino tesoro, Lorena Ruda (MN 44.247).

Y tras analizar que “quizá en otras épocas era más común que los padres eran los que salían a trabajar y las madres se ocupaban de las cuestiones de la crianza y de todo lo que tenía que ver con los chicos”, destacó que “pese a que ahora por suerte esas tareas están repartidas, las mujeres también trabajan fuera de casa y las exigencias se multiplican”.

Para la licenciada en Psicología con orientación Perinatal y Reproductiva María Agustina Capurro (MN 69.748), lo que viven las madres y los padres de hoy “es un fenómeno social con correlato clínico e impacto en la salud integral que debe ser leído en clave de época”.
“El estrés y/o burnout parental derivado de las desafiantes tareas de compatibilizar vida laboral, presiones económicas, la ausencia de red y políticas que acompañen y sostengan la crianza y los cuidados, es una realidad epocal poco estudiada pero con mucha presencia clínica y también en las calles”, agregó.

“Además, en Argentina, se suman las preocupaciones económicas, las posibles pérdidas de trabajo y diferentes situaciones socioeconómicas que llevan también a un estado de ansiedad dentro de las casas, que también hace que los adultos estén estresados”, observó Ruda, para quien “esa situación indefectiblemente se pone en juego a la hora de estar adentro de casa con los hijos”.

En la misma línea, otra encuesta realizada en los EE.UU. mostró que el 65% de los padres y el 77% de los padres que crían solos declararon experimentar soledad, en contraste con el 55% de quienes no tienen hijos. El aislamiento y la sensación de soledad pueden intensificar las presiones que enfrentan los padres, ya que “la conexión social actúa como un amortiguador del estrés”, señaló Murthy. Y reconoció que “cuando las personas se sienten aisladas, incluso los factores estresantes cotidianos pueden volverse agobiantes”.

La importancia de delegar y contar con espacios de ocio

Capurro destacó que desarrollar niveles de estrés sostenido como el que se vive actualmente “impacta en la calidad de vida y en la salud mental e integral, con síntomas como el insomnio, malestares gastrointestinales, dolores musculares, entre otros”.
En ese sentido, y tras destacar que “la vida es mucho más que estar corriendo para llegar a todos lados, cumplir con horarios, tener la comida lista a determinada hora, estudiar matemática con un hijo y llegar a buscar al baile a la hija”, Ruda consideró que “este ritmo hoy está naturalizado y la realidad es que se vuelve imperioso poder encontrar momentos para bajar de esa vorágine en la que los padres están inmersos”.

De allí que para ella se vuelve primordial “tener espacios de ocio y de recreación, tanto los grandes como los chicos, para poder tener un lugar de descarga y de conexión con lo placentero”.

“Es importante poder registrar cuando se está colapsado, desbordado o estresado para poder bajar las exigencias con nosotros mismos y darse el lugar a no poder con todo -enfatizó la especialista-. Los padres y las madres de esta época están en todo muy a la vez y a veces hay que poder saber cuáles son las propias limitaciones y hasta dónde uno puede”.