Fiebre del Oropouche: una enfermedad transmitida por los jejenes

Esta zoonosis ha causado varios brotes en la zona de la Amazonia, motivando un alerta de la Organización Panamericana de la Salud.

La proliferación de enfermedades transmitidas por animales tiene al mundo en jaque y, junto con la resistencia antimicrobiana, uno de los grandes problemas que generan desafíos en la planificación de la salud pública.

Dengue, zika, fiebre chikungunya, Covid-19, viruela del mono, encefalitis equina son las patologías que han resonado desde 2020 generando alertas por brotes en distintas latitudes del planeta. A ellas se suma ahora la Fiebre del Oropouche, una zoonosis transmitida por jejenes, que tiene en vilo a la región de las Américas, ya que ha producido varias muertes.

Se trata de una enfermedad viral que se conoce desde 1955 y que, desde fines de 2023, ha producido una gran cantidad de brotes en la zona de la Amazonia, que motivaron el alerta que declaró la Organización Panamericana de la Salud.

Los síntomas que causa en las personas que se infectan son similares a los de otras enfermedades transmitidas por mosquitos (arbovirosis) lo cual incrementa la dificultad del diagnóstico. Así, en las Américas, entre 2 y 5 millones de personas podrían estar en riesgo de exposición a la Fiebre del Oropouche.

El jején vector, el Culicoides paraensis, habita en varias provincias argentinas: Chaco, Misiones, Corrientes, Salta, Jujuy, Tucumán, Mendoza y Córdoba.  

El uso y explotación de la tierra para actividades humanas (deforestación, urbanización, producción de cultivos), generan modificaciones de las zonas habitadas por el jején, así como también incide el cambio climático. Estas serían las causas que han hecho emerger y proliferar a la enfermedad.

En tanto, la única manera de prevenir el contagio es evitando el contacto y la picadura del jején, ya que no existe un tratamiento específico ni hay vacunas disponible.