miércoles, 27 noviembre, 2024
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La búsqueda de la foto perfecta está cobrando vidas en el mundo

SELFIES EXTREMAS

El aumento de muertes por selfies refleja la peligrosa búsqueda de la foto perfecta. Desde 2008, se han registrado 379 fallecimientos por auto fotos, con caídas, ahogamientos y accidentes de transporte como las principales causas. Influencers se han precipitado desde acantilados y edificios por imprudencia.

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De la redacción de EL NORTE
redaccion@diarioelnorte.com.ar

En la era digital, la búsqueda de la selfie perfecta ha alcanzado un nivel alarmante, con trágicas consecuencias. Según un estudio de la Fundación iO, una persona muere cada 13 días intentando capturarse en situaciones extremas.
Desde 2008, se han registrado 379 muertes relacionadas con selfies, con caídas, ahogamientos y accidentes de transporte como las principales causas.
La reciente tragedia de la joven influencer Moe Sa Nay, quien falleció el 22 de julio al caer de un acantilado en Birmania mientras intentaba tomarse una foto, resalta la necesidad urgente de concienciación sobre este fenómeno mortal.

Los datos indican que la India es el país más afectado, seguido por Estados Unidos, Rusia y Brasil. En India, se han implementado “zonas de no-selfie” en lugares peligrosos, pero muchos ignoran estas advertencias en su búsqueda de reconocimiento en redes sociales.
La moda de los selfies extremos ha llevado a personas a tomar riesgos inaceptables, lo que ha sido calificado por algunos expertos como una “epidemia de selfies mortales”.

La obsesión por los “me gusta” y la validación externa se ha vuelto especialmente peligrosa para los jóvenes, cuyas vidas están en riesgo por una foto impactante.
El caso de Moe Sa Nay es solo un ejemplo de un patrón más amplio. La influencer de 14 años estaba de vacaciones en Birmania con amigos cuando intentó capturarse junto a una cascada, cayendo a las aguas y perdiendo la vida.
“Murió porque no podía salir. Intentaron rescatarla, pero fue muy difícil sacarla”, comentó un miembro del equipo de rescate al Daily Mail.

Otras historias

Lamentablemente, Moe no es la única víctima. En mayo de 2024, Aanvi Kamdar, otra influencer india, también falleció tras caer de un acantilado en Goa mientras tomaba un selfie.
Inessa Polenko, una influencer rusa, murió en abril de 2024 al cruzar una barrera de seguridad en un mirador en Georgia, cayendo 52 metros.
Estas tragedias han resaltado la falta de percepción del riesgo que acompaña a la cultura de los selfies extremos.
El influencer italiano Giorgi Janelidze, conocido como Tzane, perdió la vida en marzo mientras exploraba casas abandonadas en Calabria, cayendo al vacío desde un balcón.
Estos incidentes ponen de manifiesto un patrón: la búsqueda de la foto perfecta se convierte en una trampa mortal.

La psicología

El fenómeno de las selfies letales plantea preguntas sobre la psicología de quienes se arriesgan. La mayoría de las víctimas son jóvenes, y un 57,74% son hombres. La presión social para mostrar valentía y aventura puede llevar a decisiones imprudentes.
“La ceguera de selfie”, donde la concentración en la foto disminuye la percepción del peligro, es una explicación común que los expertos ofrecen para estos accidentes.

La tecnología también juega un papel crucial. Los smartphones han facilitado la captura de selfies espectaculares, pero también han fomentado el comportamiento arriesgado.
Sin embargo, algunas aplicaciones están comenzando a utilizar inteligencia artificial para detectar situaciones de riesgo y alertar a los usuarios antes de que sea demasiado tarde.

Prevención y concienciación

Frente a esta crisis, gobiernos y organizaciones han comenzado a implementar campañas de concienciación. Se busca educar a los jóvenes sobre los riesgos de las selfies extremas y la importancia de la seguridad.
“Los viajeros deben leer las advertencias de seguridad en las zonas turísticas y aplicar el sentido común”, aconsejan desde la Fundación iO.
Las barreras de seguridad y señalizaciones claras en áreas peligrosas son algunas de las medidas adoptadas en países como India.

El debate sobre la responsabilidad de las redes sociales en esta crisis es intenso. Mientras algunas plataformas han implementado advertencias sobre selfies peligrosas, muchos critican que estas medidas son insuficientes.
La búsqueda de “likes” y seguidores ha llevado a la normalización de conductas de riesgo, poniendo en peligro a millones de usuarios en todo el mundo.