miércoles, 27 noviembre, 2024
Edición Diaria
Edición N°

Los productos de gestión menstrual cuestan al año cerca de $ 80.000

PARA LAS PERSONAS DE LOS SECTORES MÁS VULNERABLES REPRESENTARÍA 18 % DEL INGRESO

Los datos surgen de una reciente actualización de costos en relación con la problemática de la organización no gubernamental Ecofeminita, que desde marzo de 2019, sondea semestralmente el precio promedio de toallitas y tampones en nuestro país. “El gasto de menstruar pesa y se suma a otras desigualdades con impacto económico como la brecha de ingresos, la feminización de la pobreza o la carga inequitativa del trabajo de cuidados”, marcan.

menstrual

De la Redacción de EL NORTE
diarias@diarioelnorte.com.ar

Según una reciente actualización de costos en torno a la problemática proveniente de la organización no gubernamental Ecofeminita, los productos de gestión mestrual en Argentina cuestan anualmente entre $ 65.000 y $ 80.000. Esto representaría el 18 por ciento del ingreso de los sectores más vulnerables y se multiplica en cada familia en relación con la cantidad de mujeres y personas menstruantes que hay en cada vivienda.

El espacio sondea desde marzo de 2019, semestralmente, el precio promedio de toallitas y tampones en nuestro país. “Detrás del impulso por construir y actualizar este cálculo se encuentra la idea que venimos sosteniendo hace ya siete años: la menstruación constituye un factor de desigualdad económica para quienes la atraviesan”, sostienen.

La ONG cita que según un relevamiento en barrios populares realizado por el Observatorio Villero de La Poderosa, 6 de cada 10 mujeres dijeron no poder acceder a productos de gestión menstrual por su costo.

En el concepto de gestión menstrual también se debe observar la necesidad de satisfacer las necesidades básicas como el acceso al agua limpia, instalaciones sanitarias y de hogar adecuadas y lugar para eliminar los desechos descartables.

RELEVAMIENTO

Los precios promedio por producto a nivel nacional de toallitas y tampones en 2019 no eran relevados por fuentes oficiales. “Es por esto que a través del scrapeo (técnica de programación para extraer información de páginas web) del sitio oficial Precios Claros, pudimos obtener un número considerable de observaciones. Nuestro programa extrae datos de precios de paquetes de toallitas y tampones de distintos tamaños reportados por las cadenas de supermercado más grandes de todo el país. A partir de estos datos realizamos un proceso de limpieza y análisis, y obtuvimos precios unitarios (homogeneizando datos de paquetes de 8, 16, 30 unidades, por ejemplo). Considerando una necesidad aproximada de 22 productos por ciclo por persona y 13 ciclos anuales, estimamos un precio anual promedio por persona para menstruar con toallitas y otro, con tampones”, detallaron. En mayo de 2021, la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía publicó datos oficiales con una metodología similar.

ESTIMACIÓN

“Esta estimación es eso: una estimación. El cálculo tiene algunas digresiones metodológicas, surgidas sobre todo de la falta de información. De todos modos, la experiencia de su replicación semestral durante cinco años nos indica que sigue siendo el más robusto posible. Por otro lado, no se tienen en cuenta comercios más pequeños, como los almacenes de barrio, kioscos, etc. Está representado, en ese sentido, el costado más formal y mainstream del mercado de consumo nacional, lo que también conlleva un sesgo de clase: por lo general, los sectores de menos ingresos hacen las compras en comercios de cercanía. Esto también genera que las únicas ´canastas´ consideradas en el cálculo sean de productos descartables: las copas menstruales, las toallitas de tela y la ropa interior absorbente todavía circulan por fuera de los establecimientos de venta relevados en nuestra base de datos. Los promedios utilizados (22 productos por ciclo, 13 ciclos al año, las edades promedio de menarca y menopausia) para el cálculo esconden, sin duda, un enorme abanico de períodos posibles, tantos como personas menstruantes haya”, aclaran.

SUMA DE DESIGUALDADES

Desde Ecofeminita -en conjunto con un artículo de Tiempo Argentino- sostienen “que el dato es importante”. “No por el dato en sí mismo ya que según cuál sea el ingreso promedio del lector de esta nota, el costo anual promedio por persona le puede resultar bajo o alto. En un país con el nivel de desigualdad que sufre la Argentina, en medio de la actual recesión y con los ingresos luchando por llegar a fin de mes, es probable que a muchas personas sí les resulte impactante e inabarcable el monto en sí. Pero lo que nos interesaba en marzo de 2019 y nos sigue moviendo hoy es dejar en evidencia que la menstruación tiene un gasto asociado. Y ese gasto no es optativo. Sobre las personas menstruantes (en su mayoría, mujeres) el gasto de menstruar pesa y se suma a otras desigualdades con impacto económico como la brecha de ingresos, la feminización de la pobreza o la carga inequitativa del trabajo de cuidados. Si bien podría parecer que tener una estimación semestral a lo largo de cinco años nos permite ver cambios y fluctuaciones, en realidad, estos números oscilantes nos muestran la apabullante estabilidad de las injusticias: la compra de productos de gestión menstrual fue y sigue siendo inaccesible para muchos hogares”, analizan.

La ONG y el medio evalúan que “en nuestro país la pobreza se encuentra feminizada, mientras que la riqueza se halla, principalmente, en mano de varones”. “No quiere decir que todas las mujeres son pobres y menos aún que todos los varones son ricos, sino que hay una mayor presencia femenina en la pobreza y una mayor presencia masculina en la riqueza (gran ejemplo de esto es que tres de cuatro personas incluidas en el Aporte a las Grandes Fortunas fueron varones). En los sectores populares, las mujeres son mayoría, al igual que en los hogares monomarentales y las inscriptas en el ex Potenciar Trabajo”, concluyen.