viernes, 29 noviembre, 2024
Edición Diaria
Edición N°

“El cáncer vino a enseñarme algo muy grande, que es el amor propio” 

SOL LEIVA COMPARTIÓ SU HISTORIA CON EL NORTE 

La nicoleña de 42 años pone en valor la importancia de los vínculos para atravesar la enfermedad. Sus amigas tuvieron la idea de mostrar otra perspectiva a través de un video para las redes sociales: un mensaje en torno a que raparse por los efectos de la quimioterapia no tenía que verse como un sufrimiento, sino todo lo contrario.

Mariana Petrella
diarias@diarioelnorte.com

Sol Leiva tiene 42 años, es nicoleña y un día mirándose al espejo notó una diferencia en su pecho. Fue en ese momento que decidió ir al médico y averiguar qué le estaba sucediendo. Luego de realizarse los estudios correspondientes, el resultado fue que tenía un tumor y por recomendación de sus médicos, había que sacarlo y hacer una biopsia. El resultado no fue el que esperaba. De un momento a otro, Sol quedó según contó a EL NORTE “dura del miedo”. 

Al pasar por la operación, Sol pensó que todo había terminado; sin embargo, no fue así. Al volver a encontrarse con el médico, este le informó que tenía que empezar quimioterapia. Lo primero que se le vino a la mente fue un pensamiento “algo tonto” como quedar pelada. “Es lo primero que se te viene a la cabeza, y te baja una angustia… porque uno está acostumbrado a verse con pelo, a que la sociedad te vea con pelo. Porque ver a una persona pelada es ver a una persona enferma, y se mira raro”, expresó. 

RED DE AMIGAS

Sol supo que tenía que afrontar la situación y allá fue por su primera quimio. Nuevamente volvieron los miedos y la contractura, porque “iba a hacer algo que no sabía, que desconocía”. A raíz de esa primera vez, contó: “Fui a hacerme la primera quimioterapia con un casco frío que me ponían para no perder el pelo. En muchos casos no se pierde; en otros, sí. No todos los cuerpos son iguales, no todos los tumores son iguales, por eso siempre hay que ir despacio y tranquila”. Luego de 21 días, Sol tuvo que volver. Y cerca de ese momento se le empezó a caer el pelo. Contó que se volvió a angustiar y a sentirse triste, pero fue por su segunda quimioterapia como le indicaron sus médicos. Otra vez, con el casco frío. Fue en ese momento que decidió pedirle a una de sus amigas que es peluquera, que la rape. “Si el pelo se tiene que ir, que se vaya. La enfermedad vino a enseñarme algo muy grande, que es el amor propio”, contó. Y emocionada, remarcó la presencia de sus amigas, quienes tuvieron la idea de darle un giro a la situación que está atravesando y decidieron mostrar, a través de un video para las redes sociales, que raparse al momento de tener una enfermedad como la que le toca vivir a Sol hoy día no tenía que verse como un sufrimiento, sino todo lo contrario.

Fue en ese momento cuando Sol se reunió con un grupo de amigas, para que ese instante que quería transmitir llegue al corazón de todos de una linda manera. “Si lo vamos a hacer, lo vamos a hacer bien. Si me voy a rapar, me voy a sentir bella cuando me rape”, comentó.

EL AMOR COMO MOTOR

De esa manera armaron un equipo con Victoria Babudro (maquilladora terapeútica que trabaja en Buenos Aires con un grupo de autoayuda enfocado a lo oncológico), Mel Ponte (peluquera), Ana Rusconi (quien le dio prendas para que pueda sentirse “una reina”), Lautaro Noro (fotógrafo) y Sarita Neri (que la acompaña en todo el proceso). 

Al momento de agradecer, Sol destacó a las personas que están en todo momento, y notó: “El amor incondicional es lo que me hace seguir adelante”. Y sostuvo: “Yo quiero contagiar esto que me está pasando, porque el amor hizo que todo surja así de lindo, así se armó este video. Llegó a muchos corazones y compañeras que están pasando por lo mismo, que no se animan a salir a la calle o no se animan a cortarse el pelo porque les da vergüenza. Ya es demasiado que nos toca este proceso como para ponernos mal por algo más”. 

“ESTOY VIVA Y SIGO PARA ADELANTE”

“No hay mejor manera que pasar este proceso de forma que te mimen, sentirte linda, salir a la calle, caminar con la frente bien alta y decir ‘estoy pasando este proceso y va a ser todo más lindo después’. Toda esa energía me dio esta gente”, manifestó.

El tratamiento sigue, pero con más ganas, más fuerza y “acompañada de un montón de personas”. 

Luego de la repercusión del video en redes, Sol dijo: “Es increíble la cantidad de personas que se acercaron agradeciéndome de que lo tome así, y que yo no sea el ‘uh, tengo cáncer’, porque no estoy muerta, estoy viva, entonces sigo para adelante. Esto es un proceso, se puede salir, no hay que tener miedo, porque eso es lo que te paraliza. Lo más importante de esto es el amor, el amor es todo, el amor sana”.

Para finalizar, Sol instó: “No todo es color de rosa, pero hay que ponerle la mejor onda, porque como siempre digo, en las emociones si vos estás triste, todo se va a venir muy abajo, pero si vos tenés amor y gente que te acompañe, nada te puede hacer poner mal, porque la enfermedad es solo un nombre, el resto es medicina. A veces te roba un poco de fuerzas pero nunca te las quita todas, siempre quedan fuerzas para seguir adelante si estás acompañado y hay amor. Y si no hay nadie, hacelo saber, para que las personas que estamos pasando por esto te acompañemos”.

Octubre es el mes de concientización sobre el cáncer de mama. La detección temprana, el diagnóstico adecuado y el tratamiento oportuno son claves para obtener mejores resultados de salud.