JOHN PUNCH, EL PRIMER ESCLAVO NEGRO DE NORTEAMÉRICA Y ANTEPASADO DE BARACK OBAMA

Los orígenes de la esclavitud negra en América del Norte no son fáciles de determinar. Es una sentencia judicial la que nos desvela que el primer esclavo conocido, es decir, documentado como tal, se llamaba John Punch; vivió en Virginia y fue condenado a esa condición en 1640, aunque el dato que le ha hecho más famoso es el ser un antepasado del expresidente de EEUU Barack Obama.

De la redacción de El Norte
diarioelnorte@diarioelnorte.com.ar

Los orígenes de la esclavitud negra en América del Norte no son fáciles de determinar, al contrario que en los territorios españoles, donde se cuenta con el testimonio de cronistas y escribanos para al menos hacerse una idea. En la parte septentrional del continente la cuestión resulta más oscura, dado el carácter precario y efímero que tuvieron las colonias británicas durante mucho tiempo.

Es una sentencia judicial la que nos desvela que el primer esclavo conocido, es decir, documentado como tal, se llamaba John Punch; vivió en Virginia y fue condenado a esa condición en 1640, aunque el dato que le ha hecho más famoso es el ser un antepasado del expresidente de EEUU Barack Obama.

Los análisis de ADN practicados a los presuntos descendientes de Punch indican que probablemente era originario de la costa atlántica centroafricana (en un arco que abarcaría desde Costa de Marfil a Gabón pasando por Camerún, todo él, cazadero tradicional de esclavos), pero no hay datos de cómo llegó al nuevo mundo, igual que tampoco los hay sobre su estatus; es decir, no se sabe si antes era esclavo o sólo un sirviente.

Primeros

En 1619 ya había negros en Jamestown, aunque ignorándose si en régimen de esclavitud o libertad, ya que en el mundo anglosajón de entonces el límite no estaba bien definido. Quizá de ambas cosas, si bien algunos historiadores opinan que no se puede hablar con seguridad de esclavos en Virginia antes de mediados del siglo XVII y que, en efecto, hasta entonces los negros eran sirvientes con contrato.

Lo que sí es seguro es que John Punch trabajaba para un hacendado llamado Hugh Gwyn, un terrateniente que además era juez y político local. En 1640, Punch se fugó a Maryland acompañado de dos blancos, el holandés Viktor y el escocés James Gregory. Los tres fueron capturados y devueltos a Jamestown, donde se les sometió a un proceso que les sentenció de forma desigual: aunque todos recibieron treinta latigazos, los dos blancos fueron condenados a cuatro años de trabajos forzados para su antiguo dueño a añadir a lo que tuvieran antes por contrato, mientras que para Punch la pena fue de por vida, lo que significaba la esclavitud de facto.

La sentencia no se refiere a ellos previamente como esclavos sino como servants, una figura que estaba a medio camino y podríamos definir, simplificándola, como equivalente a un esclavo temporal. Por tanto, Viktor, Gregory y Punch serían servants y si bien los dos primeros continuaron adscritos a tal condición, el tercero cambió de régimen para pasar a ser esclavo propiamente dicho.

Racismo

El componente racista del asunto es evidente y además implica otro religioso, ya que en teoría no se podía esclavizar a un cristiano (para evitar roces diplomáticos con los prisioneros de otros países), lo que presupone que a Punch no se le consideró bautizado.

Lo importante, como decíamos antes, es que John Punch se convirtió en el primer esclavo documentado como tal en América del Norte y encima basado en la diferencia racial, lo que abriría la puerta al asentamiento de la institución con africanos, imitando a otros sitios de América, a partir de 1661.

El otro gran punto de interés de aquel desgraciado fue su papel como ancestro de Barack Obama. Al parecer, Punch se casó con una mujer blanca; en aquella época aún no estaba mal visto y además probablemente también ella era servant.

El caso es que en 1637 tuvieron un hijo al que llamaron como su padre y que es realmente el antepasado citado, pues los historiadores no están seguros de que el nuevo John fuera vástago del otro ¿Por qué? Porque en el registro se le inscribió como John Bunch I, con B; pudo haber sido un simple error de transcripción pero no se sabe, aunque lo cierto es que el apellido Punch era bastante raro -el único conocido entre el centenar de africanos de Jamestown de la primera mitad del siglo XVII- y parece demasiada casualidad.

En 1662 las autoridades coloniales promulgaron la doctrina legal denominada Partus sequitur ventrem, basada en un principio del código civil romano, por la cual los hijos de madres esclavas nacían también siendo esclavos, independientemente de que sus padres fueran libres o no, negros o blancos, europeos o británicos, invalidando así el derecho común vigente en la metrópoli por el que era el estatus social del padre el que determinaba el del hijo.

O sea, pasaba a ser el estatus de la madre el que se tenía en cuenta. El Partus sequitur ventrem siguió aplicándose cuando las colonias se independizaron, de manera que los estudios sobre los orígenes de la esclavitud en EEUU revelan que la mayoría de las familias negras libres descendían de matrimonios mixtos en los que la madre era libre y por tanto sus hijos también, aunque el padre podía serlo o no.

Así, los descendientes de los Bunch fueron libres; más aún, se convirtieron en propietarios acomodados y en algunas de las ramas familiares la sangre negra terminó diluyéndose en blanca, tras varias generaciones de mezclas. Cuando a principios del siglo XVIII se prohibieron los enlaces mixtos, quedó de manifiesto el problema de los mulatos y del porcentaje de sangre de cada raza exigible para autorizarlos.