jueves, 28 noviembre, 2024
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MERCADO DE PASES DEL FÚTBOL FEMENINO: MUCHOS MOVIMIENTOS, POCO DINERO

FALTA DE EQUIDAD EN EL DEPORTE

Las jugadoras albicelestes son cada vez más buscadas y reconocidas por las ligas poderosas, aunque las transferencias entre las futbolistas aún tienen lógicas muy distintas a las de la rama masculina.

Las transferencias entre las futbolistas aún tienen lógicas muy distintas a las de la rama masculina. A nivel local, los pases no implican un intercambio de dinero entre los clubes. Generalmente, las jugadoras se van con el pase en su poder y esto no implica una negociación entre los equipos. Las que entran en el profesionalismo suelen firmar contratos breves.

Similar es el caso de las que deciden probar suerte en el exterior, pero en 2022 se dio el primer caso de una venta con cargo al exterior: fue la de la cordobesa Paulina Gramaglia, que pasó de UAI Urquiza a Houston Dash de Estados Unidos por una cifra que no fue dada a conocer. Previamente, la delantera había estado a préstamo por un año sin costo en la entidad norteamericana y en las últimas horas se supo que esta temporada jugará en calidad de cedida en el Red Bull Bragantino de Brasil.

Unos meses antes, la delantera de Racing Rocío Bueno se había ido a préstamo por una temporada al Sassuolo de Italia con un cargo de 2000 euros y una opción de compra de 25.000 euros por la totalidad de su pase. En aquel momento, había sido la primera transferencia al exterior que significó un ingreso de dinero para un club argentino.
En la última ventana internacional, por ejemplo, se destacaron los pases de Yamila Rodríguez –libre– y de Lorena Benítez –a préstamo por un año sin cargo desde Estudiantes de Buenos Aires– al Palmeiras de Brasil, el vigente campeón de la Copa Libertadores femenina.

Autogestionar las oportunidades

A diferencia del fútbol masculino, los clubes del exterior aún no suelen venir a buscar a una jugadora en particular. Lo mismo pasa en el resto de los países de Sudamérica, exceptuando a Brasil, que es una potencia a nivel mundial. Es por eso que los traspasos suelen darse por oportunidades que se gestionan las propias jugadoras u ofrecimientos que hacen los representantes a distintos equipos.

Lo cierto es que aún no está aceitado un sistema de scouting que vengan de otras ligas a mirar a las jugadoras argentinas, tal como ocurre en el fútbol masculino. Los casos son contados. Por eso ellas y sus agentes deben apelar a preparar videos con sus mejores jugadas y armar perfiles que puedan ser atractivos a la hora de ser ofrecidos afuera. La televisación de los partidos fue, sin duda, un factor que ayudó mucho en esta tarea.

Recientemente la FIFA publicó un informe con todos los récords que se batieron en la ventana internacional de enero de 2023 en el fútbol femenino: hubo 341 traspasos internacionales (30.2% más que el período de enero 2022), el desembolso total fue de 774.300 dólares (aumento del 58.7%), Colombia fue el país que más jugadoras fichó (35), Suecia y Estados Unidos fueron los dos países que más jugadoras traspasaron (26 cada uno), de los 341 traspasos, 83.6% fueron de jugadoras con el pase en su poder, 10.3% fueron permanentes (compra de pase), 3.8% préstamos y 2.3% regresos de préstamos.

El mercado interno, en alza

La semiprofesionalización de la Primera División, que implica que en la actualidad los planteles deben tener 15 jugadoras con contratos profesionales, le dio un salto de calidad a la liga local y fomentó la competencia entre clubes. Eso se refleja en cada mercado de pases con el aumento de los traspasos y la instauración de nuevas tendencias de contratación.

Con el objetivo de “blindar” a ciertas jugadoras destacadas, algunos equipos han comenzado a hacer contratos de una duración mayor a una temporada. Este mecanismo de protección impide que la figura pueda ser buscada desde otra institución del país en el corto plazo y, además, abre el escenario a una posible negociación con entidades del exterior en caso de que exista una propuesta. Esa futbolista ya no se iría libre y podría dejar un dinero si es vendida o dada a préstamo con cargo.

La próxima Copa del Mundo femenina de Australia-Nueva Zelanda 2023, en la que la Selección argentina integrará el Grupo G junto a Italia, Sudáfrica y Suecia, podría ser otra oportunidad para reforzar esta tendencia de apertura de nuevos mercados para las futbolistas albicelestes.