miércoles, 27 noviembre, 2024
Edición Diaria
Edición N°

NUESTRO AMO JUEGA AL ESCLAVO

CRÓNICAS DE LA TIERRA MEDIA

¿Qué es el poder? Se preguntaba mientras los flashes iluminaban al Mesías y se quedaba con las llaves del reino jugando como si fueran las del auto. Agradeció, bendijo a la patria y se fue a oscuras a su sillón empobrecido. Su destino no elegido, tomaba un nuevo rumbo y entre risas falsas y miedos al olvido aceptó el nuevo juego y dejó que el mago haga sus trucos. Las banderas son un cuento sin pasado se dijo y se marchó.

Germán Rodríguez
redaccion@diarioelnorte.com.ar

El poder llegó con mentiras, no era verdadero, no se había convenido así ni en su génesis, pero era un título tan grande que no se podía rechazar, era un nombre en la historia, era la posibilidad  de marcar una época, era como siempre, un augurio falso de esperanza que necesita comprar la gente. El poder estaba atrás, era de quien lo había elegido, quién lo había señalado y perdonado dándole el visto bueno. Llegó con su guitarra, su joven novia y un perro simpático, plaza llena y esperanzas de cambio, como se dice desde siempre en estos lares.

Pero al poco de estar el mundo estalló con la pandemia, el encierro y medidas drásticas, fuertes y que hicieron desastres, pero en ese momento parecían adecuadas. Hubo acuerdos, sentido de unión, la política se juntaba contra un mal que azotaba el mundo, otro logro que lo engrandecía y de alguna manera sentía que forjaba su propia dinastía, que podría separarse de la madre de los dragones, de la khalesi.

Canciones

Los sueños fueron cortos, denuncias de corrupción, escándalos con las vacunas, mentiras que se replicaban y salpicaban hasta nuestra ciudad, y los videos del desastre, del cumpleaños en pleno aislamiento. Él sentadito, tranquilo entre un montón de jóvenes que bailaban, cuando hacía poco había llamado estúpidos a los que no se aislaban. Tantas mentiras y tanta estupidez, eran insalvables.

La inflación es despiadada, la crisis imparable, ya nadie le cree, nadie lo respeta, cuando habla se confunde, se multiplican los furcios, le sueltan la mano. A él, la cabeza de la nación lo retan en público, va quedando solo, renuncian ministros, lo abandonan a su suerte y falta tanto tiempo, las elecciones legislativas son otro golpe muy pronto, y nadie lo ve en serio. Casi le falta el respeto a los brasileros, la moneda se devalúa, el dólar lo domina, nadie lo escucha, pero si se prestan oídos a su alrededor.



Solo

Solo, en sus pensamientos, solo como estamos todos en el mundo, solo en un sillón incomodo, agraviado desde la calle con el temblor de los tambores. Salen medidas desesperadas que no parecen suyas, como si el timón ya no le perteneciera, como si nada tuviera que ver con lo que pasa. Suenan más nombres, se repiten cambios y él viaja por el mundo pero casi como un turista observando a los poderosos decidir qué hacer. Argentina es sinónimo de crisis monetaria, somos ese chiste en el planeta. El resto nos ve corruptos e ineptos pero nosotros somos incapaces de pensar eso. Estados Unidos se ríe de nuestra moneda, pero… ¿Cuántos mundiales tienen ellos para hablar así?

Ministros van y vienen, se pierden, entonces como un emperador odiado, el pueblo se ve pidiendo milagros y se le inventa un Mesías, un salvador. Se engrandece una figura magnifica como un golpe de timón para salvar el desastre, enfrentar la inevitable devaluación, los ajustes y despidos. 

El Mesías tiene poderes, mueve botellas, ministros, dólares, su mirada es fuerte, penetrante, acuciante, detiene cantos fuera de lugar y entona todas las estrofas de todos los himnos, es el elegido, la opción la última jugada, es todo o nada. Y las cámaras lo apuntan lo señalan, la nueva cara del gobierno es ese que de a poco fue abriendo las aguas.



Entonces su banda celeste y blanca ya no sirve, lo observa añorando otro momento, cuando pensó que aceptar era una buena idea. La sombra del helicóptero y la injuria que rondan, sale despacio, cabizbajo, simula una sonrisa de que todo está bien y lo deja ahí, en el atrio, ante los flashes, sonriente, como él alguna vez lo estuvo, como lo soñó. Se va tras bambalinas como si ya hubiera perdido. Falta un año, más de un año y se hace tan largo,

¿Qué es el poder? ¿Cuándo lo tuvo?