martes, 25 marzo, 2025
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Edición N°

UN FINAL BOCHORNOSO PARA EL FUTSAL NICOLEÑO

El marco en el gimnasio de Automóvil Club era imponente. La gran final del Futsal de la Liga Nicoleña entre Camioneros y Gran Rey prometía mucho dentro del campo de juego, y los poco más de 20 minutos que se jugaron lo ratificaron. Lo ganaba 2-0 Camioneros, lo empató en una ráfaga el equipo “dorado”.

Luego, lo tan temido. La chispa que derivó en incendio, algo que a esta altura parece difícil de evitar en una disciplina que en nuestra ciudad crece deportivamente pero involuciona fuera del rectángulo. Tras el 2-2, un integrante del cuerpo técnico de Camioneros ingresó al campo y agredió al árbitro Luis Amarilla. Inadmisible e incomprensible.

La cancha rugía y la tensión se apoderó de la escena cuando los árbitros tomaron la correcta determinación de dar por terminado el encuentro. Pasaron más de 15 minutos hasta que llegó la policía para ayudar a descomprimir la situación con el público, que en su mayoría ya habían decidido dejar el gimnasio. Algunos de los protagonistas, sin embargo, insistieron en generar violencia buscando explicaciones después de la irracional acción cometida.  

Minutos más tarde, Gran Rey terminó festejando el título con su gente. Es que no hay dudas en el reglamento: el club que protagoniza una agresión como la de anoche, es inmediatamente descalificado. La final que todos esperaban terminó de la manera que la gran mayoría presagiaba. Vergonzoso.