LA ACADEMIA NACIONAL DE EDUCACIÓN SE PRONUNCIÓ EN CONTRA DE LA SUSPENSIÓN DE LAS PRUEBAS “APRENDER”

“La Academia estima que la evaluación permanente e individual de los aprendizajes de los alumnos resulta fundamental tanto para los docentes como para los propios alumnos y sus familias, ya que permite efectuar de manera oportuna las correcciones que correspondan. Postergar las evaluaciones ya pautadas no hace sino dificultar esa tarea”, sostuvo.

Tras conocerse la voluntad del Gobierno de volver a suspender las pruebas Aprender, se multiplicaron las voces de referentes del campo educativo criticando la decisión. En este caso, la Academia Nacional de Educación se pronunció en contra de la iniciativa de aplazar por segundo año consecutivo la evaluación de aprendizajes.

A través de un comunicado, el ente que preside Guillermo Jaim Etcheverry expresó: “La Academia Nacional de Educación considera imprescindible no abandonar la práctica de estas evaluaciones nacionales censales que han permitido poner de manifiesto el estado real de los aprendizajes de nuestros niños y jóvenes y así encarar acciones para mejorar la calidad de su educación. Además, realizar la prueba Aprender en el contexto de la pandemia COVID-19 permitiría conocer las diferencias en los aprendizajes de quienes tuvieron clases presenciales y/o virtuales, la eficacia de cada alternativa y la disponibilidad de dispositivos y de conectividad, tanto en las escuelas como en los hogares”.

Expertos

El año pasado, a raíz de la suspensión de la presencialidad en las aulas, el Ministerio de Educación no tomó la evaluación. En 2021 tampoco lo hará y el sistema se quedará sin una herramienta clave para conocer qué tan grande fue y en qué áreas ocurrió la pérdida de aprendizajes para definir políticas educativas en consonancia.
En lugar de la evaluación estandarizada, en octubre aplicarían una prueba piloto a tan solo 120 escuelas primarias en octubre, además de encuestas a directivos, docentes y alumnos. De ese modo, se volvería a romper una serie estadística que data desde la década de los noventa.

Justamente a ello se refirieron los expertos de la Academia. “De manera regular durante la década de 1990, la Argentina comenzó a realizar evaluaciones de los aprendizajes de los alumnos de sus escuelas primarias y secundarias. Pocos años después, el país se incorporó a diversos proyectos internacionales de evaluación educativa. La información que proporcionaron esas pruebas, con las reservas que su complejidad supone, resultó muy útil para comprobar fortalezas y debilidades de la enseñanza y así tomar decisiones orientadas a mejorarla. A pesar de ello, nuestra educación enfrenta serios problemas, agravados por la pandemia en curso”, plantearon.

En la misma línea, agregaron: “La Academia estima que la evaluación permanente e individual de los aprendizajes de los alumnos resulta fundamental tanto para los docentes como para los propios alumnos y sus familias, ya que permite efectuar de manera oportuna las correcciones que correspondan. Postergar las evaluaciones ya pautadas no hace sino dificultar esa tarea”.

En lugar de la prueba anual, el Ministerio de Educación que conduce Nicolás Trotta está ultimando detalles de un plan de evaluación que será presentado en los próximos días al Consejo de Calidad Educativa, integrado por expertos, y al Consejo Federal de Educación, compuesto por todos los ministros del país.

Disconformidad

Por otra parte, Mendoza señaló que insistirá en su realización ante el Consejo Federal de Educación y que si la negativa continúa, pondrá en marcha un “plan B” para poder evaluar a sus alumnos. Una de las alternativas más viables que baraja el Gobierno de Rodolfo Suárez es la creación de una “plataforma de evaluación colaborativa” para aplicar en noviembre e invitó a otras provincias que también mostraron su disconformidad -como la Ciudad de Buenos Aires y Córdoba- a sumarse a la iniciativa.

En las pruebas Aprender se miden los aprendizajes de todos los alumnos en sexto grado de primaria y en el último año de la secundaria. Los chicos responden sobre Lengua, Matemática, Ciencias Sociales, Naturales y, esporádicamente, sobre otras materias como Educación Sexual Integral o Educación Cívica.

De acuerdo a últimos resultados, que datan de 2019, el 72% de los alumnos termina la secundaria sin saber lo suficiente en Matemática y casi un 40% de los chicos tiene dificultades en Lengua.

Con estos datos prepandémicos más que preocupantes, se da por descontado que la suspensión de las clases presenciales durante casi todo 2020, y ahora durante parte de 2021, profundizará aún más ese déficit educativo.