viernes, 7 febrero, 2025
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Hizo su casa con botellas de vidrio y es reconocido en todo el mundo

LIFESTYLE

Tito Ingenieri, un soldador de la ciudad bonaerense de Quilmes, tardó 28 años en levantar la vivienda que es visitada por personas de distintos países para observar el modelo. Habló con Radio 2 y dijo que “la idea es que la gente la copie”.

De la redacción de EL NORTE
redaccion@diarioelnorte.com.ar

Tito Ingenieri, un soldador de la ciudad bonaerense de Quilmes, construyó una casa con casi 3 millones de botellas de vidrio que es modelo en todo el mundo. Además de ser sustentable y apostar por el reciclado, la construcción es cómoda –con tres plantas– y una búsqueda estética que llama la atención a quien la visita.

Tito contó que tardó 28 años en terminarla y “la idea era que la gente la copie”. En ese sentido contó que ayudó a personas de todo el país a seguir su modelo de construcción.

“Creo que el argentino siempre fue de reciclar, de reparar porque es muy ingenioso”, manifestó y aseveró que su idea “era hacer una casa alternativa, rápida”.

“Hace 50 años que sueldo y empecé a hacer estructuras de hierro, un armazón que después llené con botellas. Tardé 28 años en construirla y todavía la estoy terminando. Me falta terminar unos techos”, reconoció Tito.

Ingenieri describió que el hogar tiene tres plantas: “Cocina comedor, habitación con baño y una habitación más arriba”.

Un sector de lo que actualmente es su hogar fue también, hasta antes de la pandemia, un museo que solían visitar personas de distintos barrios del Conurbano y de más lejos también. Según Tito Ingenieri su creación está “entre las 10 casas más raras del mundo” y entre “los 10 edificios más raros de Argentina”. Además, fue declarada de interés municipal y nacional.

“Hice una casa para vivir, sin pensar en la repercusión. Después llegaron los reconocimientos. Vinieron de Noruega, Bélgica, Nepal, Japón, de Canadá, de Finlandia, de todos lados”, contó Tito.

Colaboradores

El dueño de la vivienda también dijo que tuvo muchas colaboraciones de personas que le donaron las botellas para la construcción. Por eso, dice: “La casa en realidad es de Quilmes, no es mía”.

Ubicada en Manuel López al 300, incluye un faro de 15 metros de altura en homenaje al escritor francés Julio Verne y tiene una forma hexagonal que hace que los días de sudestada «la casa silba». La vivienda contiene botellas de distintos colores y tamaños, envases de leche, cerveza, aceite y vino que el mismo vecino de Quilmes juntó y que otras personas de la zona le fueron donando.

Tito Ingenieri dijo que, aunque la casa “es un poco calurosa en verano”, se colocaron aires acondicionados para mantenerla fresca cuando es necesario.

La historia llegó a la pantalla a través del documental «Tito, el navegante», una creación de Alcides Chiesa y Carlos Eduardo Martínez que fue estrenada en 2010 y recupera parte de una vida de película anclada en lo que él considera su lugar en el mundo: “Quilmes me representa todo. Vivo acá y siempre voy a vivir acá”.