sábado, 25 enero, 2025
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EL ARTE, EL HUMO Y LO QUE VENDRÁ

La variante Delta no tiene dónde surfear en un Paraná sin agua, sin peces, y que es testigo del humo que lo tapa desde las islas. Las elecciones viene con todo, más agresivas que nunca, con pocas propuestas, eso sí, pero nadie las pide tampoco, porque nadie tiene muy claro la utilidad de las legislativas y mucho menos de las PASO, y así seguimos cancheros y desinformados, siendo más fácil manejarnos y entretenernos con el circo de un árbol, mientras atrás el bosque se sigue quemando.

Todo humo, como buen comienzo de campaña.

Germán Rodríguez
diarioelnorte@diarioelnorte.com.ar

Desde que alguien estornudó un murciélago en una aldea impronunciable de China, pasaron tantas cosas que hicieron que la realidad tenga más magia que Macondo. Hoy nadie tiene muy claro cómo es eso de las variantes del covid, si Beta, Gamma o Delta, que parecen más fraternidades yanquis que virus, pero el común denominador es la vacuna. Amén de noticias que se chocan entre sí, que no explican si lo que pasó en la quinta de Olivos durante la pandemia correspondía o no (porque si no correspondían tantas visitas, hay mucho por explicar, sería de un grado de hijoputez escandaloso), pero teniendo en cuenta que hoy con tal de hacerte mierda cualquier parte hace una explosión nuclear de un chasquibum. Que se encargue la Justicia de ver si hubo violación de protocolos, clandestinas presidenciales o simple misoginia y sexismo de un desaforado Iglesias. Que hagan lo que se les cante como siempre, pero por favor, claridad y coherencia para el ‘populum’ que sueña con los regresos a la normalidad.

Supuestamente si aparecen nuevas variantes del virus, la vacuna debería prevenirlos, porque entendamos algo, el virus no va a desaparecer, esta gripe llegó para quedarse y la vacuna, que seguramente entrará en algún plan de vacunación anual y será un golpazo de acá al fin de los tiempos, sirve para pasarlo lo mejor posible, así que contagios va a seguir habiendo y por eso hay que vacunarse, simple, llano y que hay que entender si queremos algún tipo de normalidad.

Es política, nene

Ya retroceder de fases es imposible por una simple y sencilla razón que no tiene que ver ni con la vacuna ni la economía ni el ritmo de los contagios, sino que está relacionada con las elecciones, ni más ni menos. Hay campaña y no hay nada que la baje más que te encierren en tu casa. Si hubiera sido el año pasado, todo bien, porque la gente se sumó a la #mequedoencasa ya que nadie sabía qué mierda pasaba. Hoy es #nomeencierrannienpedo y las encuestas indican que si querés ganar las legislativas, olvidate del covid, prometé reactivación y especialmente fijate de ensuciar a los otros, porque conseguir méritos propios de ambos lados es más difícil que descifrar el nombre del primer contagiado mundial.

Mirará el cielo

Dicen que el arte refleja un grito del ser, que eso de nosotros que aprecia la belleza fuera de todo estereotipo cultural e impuesto es la verdad nuestra, es lo que nos hace auténticos. Estamos tapados de prejuicios y tradición, de escuelas, palabras y dictámenes, también tenemos un sesgo natural primate que nos hace actuar de forma instintiva, que se reprime en lo animal. Pero algún filósofo alemán, esos que piensan la existencia fumando pipa, pensó que en el fondo del fondo hay algo que se refleja en el arte. El pibito, mirándose en el reflejo, que como gigante se planta en el edificio, es un desahogo de tanta mierda, es color a lo gris, es pensarse chicos y vivos.

Las pinturas son una una bocanada de luz entre tanto humo de las islas que según el viento nos hace reventar la cabeza, ahogar y decir cómo mierda no para. ¿Será a propósito como dicen? ¿Es otra mierda lanzada e infundada porque estamos en campaña? La verdad es que esta campaña política es lo más difícil de desentrañar desde que los hombres comenzaron a pensar las estrellas.

Simplemente nada

Pero la verdad, esa que tampoco podemos asir porque es relativa como los miles de puntos de vista que la tergiversan, es que en el Paraná no hay agua. Si fuimos nosotros los humanos los culpables por la contaminación o los brasileños que nos cierran los diques porque siguen calientes después que les ganamos la Copa América, o simplemente la naturaleza que actúa así, de hija de puta nomás, como lo hace desde las épocas glaciares los volcanes y todo ese embrollo que alguna vez terminó con los dinosaurios y sin necesidad de que existan fábricas o desodorantes contaminando, es algo que nunca sabremos, pero si a la falta de agua le sumamos los incendios, es como que ya nos resignamos. Pareciera que el fuego en las islas estuviera directamente relacionado con el covid manteniendo la tesis boluda de que solo en cuarentena se queman los campos.