miércoles, 5 febrero, 2025
Edición Diaria
Edición N°

Crónica del surgimiento del movimiento obrero en San Nicolás

Nuestra historia

La planta textil de Lanas e Hilados de Córdova Hnos., en La Emilia, empleaba a gran cantidad de trabajadores a fines del siglo XIX.

Por Ricardo D. Primo
ricardodarioprimo@gmail.com

En 1884 se celebró en Chicago el IV Congreso de la American Federation of Labor, donde hubo una propuesta para que a partir del 1º de mayo de 1886 se obligaría a los patronos a respetar la jornada de 8 horas y, si no, se iría a la huelga. Por entonces se trabajaban 12 o más horas y no había legislación al respecto. El presidente de los Estados Unidos, Andrew Johnson, promulgó la llamada ley Ingersoll, que establecía las 8 horas de trabajo diarias. Por supuesto que en aquellos primeros momentos esta ley no se cumplió y las organizaciones laborales y sindicales de los Estados Unidos se movilizaron, y cuando llegó esa fecha del 1° de mayo, los obreros se organizaron y paralizaron el país productivo con más de cinco mil huelgas.  Lo más trágico ocurrió en mayo de 1886, en la Haymarket Square de Chicago: durante una manifestación contra la brutal represión de una reciente huelga, una bomba provocó la muerte de varios policías. A pesar de que nunca pudo descubrirse quiénes fueron los responsable de este suceso, cuatro líderes anarquistas fueron acusados, juzgados y ejecutados. En julio de 1889, la Segunda Internacional instituyó el “Día Internacional del Trabajador” para perpetuar la memoria de los hechos de mayo de 1886 en Chicago. El Congreso de París de la Segunda Internacional acordó celebrar el “Día del Trabajador” el 1º de mayo de cada año. 

Argentina era por entonces un país agroexportador de materias primas e importador de manufacturas. En San Nicolás de los Arroyos, los dos establecimientos que aglutinaban mayor cantidad de trabajadores a fines del siglo XIX y principios del siglo XX eran el establecimiento fabril textil de Lanas e Hilados de Córdova Hnos. (La Emilia) y el Puerto de San Nicolás que operaba en el viejo puerto de cabotaje (Plaza de los Inmigrantes) y en la sección embarcaderos (Parque San Martín), siguiéndoles luego algunos establecimientos fabriles que trabajaban con materias primas derivadas del modelo (fábrica de fideos, carpinterías, herrerías, grandes panaderías, etc.). Los estibadores venían reclamando desde hacía tiempo por mejoras en las condiciones de trabajo, ya que no estaba mecanizada la carga y descarga de mercaderías (cereales, cueros, maderas, etc.) como así tampoco el traslado y almacenamiento de las mismas.

Organización

En 1899, los ideales libertarios y anarquistas se difunden en estos sectores del proletariado y comienzan a organizarse en Centros de Estudios Sociales y compartir las experiencias de la lucha obrera. A principios del 1900 organizan un grupo al que llaman “Igualdad y Progreso”, el cual se propone aumentar la propaganda y difusión de sus ideales entre los gremios de estibadores, carboneros, cargadores y descargadores, etcétera, para sellar una unión que les permita luchar por mejoras en el trabajo o declarar la huelga en caso contrario. 

El Puerto de Cabotaje, otra de las actividades que más empleo generaba en San Nicolás. IMAGEN: FOTOTECASANNICOLAS.ORG

Por aquel año también hubo en la ciudad una huelga de albañiles –al parecer ligados a la construcción de instalaciones portuarias– que resultó favorable a los obreros, al obtener una jornada de 8 horas en invierno y 9 horas en verano. También los obreros herreros y carpinteros de San Nicolás siguieron el ejemplo de los albañiles que se habían declarado en huelga, solicitando la rebaja de horas de trabajo y aumento de salario. Ellos enfrentaron fuertes resistencias de los patrones nicoleños y obtuvieron pequeñas mejoras en la carga horaria. De doce horas diarias a nueve horas y media en los meses de días más largos, nueve horas en los consecutivos y ocho horas en los meses de invierno. Denunciaron a las firmas locales Trivelli, Tagliafico, Ascoaga y Boenicke, que incumplieron con la palabra de permitir la comisión de obreros en sus establecimientos, habiéndose comprometidos verbalmente durante la huelga. Los obreros del puerto nicoleño rechazaron una propuesta de las empresas contratistas que se basaba en una carga laboral de ocho horas y media durante tres meses y nueve meses de nueve y media, de lo que resultarían en el curso del año 15 minutos más de trabajo comparado con el horario anterior. Asimismo, quedaba sin tocar los cuartos de jornal y las bolsas de 75 kilos para la próxima cosecha, abonando un 20% por las bolsas grandes aún existentes. El 25 de mayo de 1901, por su parte, era fundada la FORA (Federación Obrera Regional Argentina). En 1902 los estibadores de San Nicolás realizaban una importante huelga. En 1904 el Gobierno nacional encargó al médico, abogado e ingeniero agrónomo catalán, Juan Bialet Massé, un informe sobre el estado de la clase obrera en la Argentina. 

En grupos

El accionar de los trabajadores anarquistas de la ciudad continuaba estando vigente. Una prueba de ello es una asamblea de trabajadores que realizaron durante el mes de junio de 1904 en calle 25 de Mayo 592. Pero también se constituyeron grupos de trabajadores de acuerdo a su oficio o actividad en la ciudad. Por ejemplo, los obreros panaderos se reunían en calle Garantías (Ameghino) 216. También se había formado la Unión de Carreteros, la que se reunía en calle Libertad (Garibaldi) 191. Así es que en el IV Congreso de la Federación Obrera Argentina, entre los temas a tratar estaba la de los panaderos de San Nicolás, y el día 24 de julio celebraron una importante reunión en un domicilio ubicado en calle Independencia (hoy Roca) 324 de nuestra ciudad. El año 1906 comenzó en San Nicolás con una huelga por parte de los empleados de la empresa de tranvías a caballo que dejó paralizado el tráfico público, y continuaban detenidos en la cárcel departamental, ubicada en los actuales terrenos del Batallón militar, algunos de los implicados en la protesta en el Puerto de Zárate.

Las luchas continuaron. Los miembros de la Sociedad de Metalúrgicos, Carpinteros y Anexos de San Nicolás decidieron enviar a sus patrones un pliego de condiciones por el cual les informaban que a partir del 15 de octubre de 1906, cumplirán como máximo 8 horas de jornada laboral, no podrán despedir a ningún operario sin causa justificada, quedando todos los demás en el compromiso de no volver a trabajar mientras no fuera readmitido un obrero despedido. De esta forma podremos observar las fuertes resistencias de los propietarios de los medios de producción a los cambios que se producían en el ámbito laboral, en una Argentina próspera, una sociedad que iba modernizándose y donde el capitalismo liberal estaba en auge. Tibiamente se iban implementando en el mundo diversas leyes sociales y los trabajadores mejorando su calidad de vida, a pesar de que sabía de los avances y resistencias en el mundo entero.

Finalmente en Argentina, la jornada laboral de 8 horas fue escasamente reconocida y recién en 1929, durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen, se convirtió en ley (11.544).