CÓMO PREVENIR INTOXICACIONES POR MONÓXIDO DE CARBONO

Según un relevamiento realizado por Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), los accidentes a causa de intoxicaciones por monóxido de carbono son en un 87 por ciento por el uso de calefones, 8 por ciento por calefactores y 5 por ciento por cocinas. Es necesario tener en cuenta que todo artefacto utilizado para quemar combustible puede producirlo si no se asegura la llegada de oxígeno suficiente al quemador.

De la Redacción de EL NORTE
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La llegada del frío impone la necesidad de calefaccionar los ambientes, una práctica que por diversos motivos suele hacerse de formas no recomendables e inseguras.
El monóxido de carbono es un gas altamente tóxico generado por la mala combustión de sustancias orgánicas a causa de la falta de oxígeno en el ambiente, lo cual hace que la combustión no sea completa y genere ese elemento nocivo.
La causa más frecuente de la intoxicación es la falta de instalaciones seguras de gas en las viviendas, seguidas por la exposición a las emanaciones de los escapes del auto.
Según un relevamiento realizado por Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS), los accidentes por intoxicaciones por monóxido son producidos en un 87 por ciento por calefones, 8 por ciento por calefactores y 5 por ciento por cocinas.
Es necesario tener en cuenta que todo artefacto usado para quemar combustible puede producirlo si no se asegura la llegada de oxígeno suficiente al quemador, independientemente de cuál sea la fuente de combustión.

La causa más frecuente de intoxicación por monóxido de carbono es la falta de instalaciones seguras de gas en las viviendas.

Afección

La inhalación del monóxido de carbono (CO) llega a los pulmones y luego se incorpora a la hemoglobina de los glóbulos rojos donde desplaza al oxígeno y genera la carboxihemoglobina que afectará, en primer término, al cerebro y ocasionará síntomas como mareos, náuseas y vómitos. El segundo afectado es el corazón por lo cual se incrementan los riesgos de arritmias, infarto e, incluso, la muerte.
Esta mecánica determina que sean las personas mayores, los niños y quienes padecen enfermedades cardíacas o pulmonares los más vulnerables, aunque la agudeza del cuadro dependerá de la concentración del monóxido en el ambiente, el tiempo de exposición y la patología previa del paciente.

Recomendaciones

Para prevenir una intoxicación de esas características se recomienda verificar que la llama de los artefactos sea siempre azul, si varía hacia el verde o el naranja es síntoma de mal funcionamiento. La acumulación de hollín y la aparición de manchas, suciedad o decoloración de los artefactos, sus conductos de evacuación o alrededor de ellos son otros indicadores de alerta.
Otra medida a tener en cuenta es asegurar la ventilación permanente de los ambientes por medio de rejillas compensadoras cuyo uso está reglamentado y que jamás deben ser obstruidas, que los conductos de ventilación de un artefacto no tengan angostamiento, escalonamiento o acople en su recorrido hacia el exterior y no usar caños corrugados para la ventilación de los artefactos de combustión, pues evacuan un 30 por ciento menos que el liso.
Es importante no colocar artefactos a gas en baños o dormitorios -salvo que sean de tiro balanceado- y no calefaccionar el ambiente mediante el uso de hornallas y hornos de la cocina. Y asegurar que la llave de paso de la cocina esté a un lado del artefacto y al alcance de la mano para cerrar la salida de gas de forma ágil.