Testimonios de la cuarta jornada del juicio a Grottini: “Damián soñaba con ser funebrero”

Alrededor de diez testimonios en esta cuarta jornada de debate brindaron distintos matices de las circunstancias de vida de la familia Grottini. Los datos aportados buscan esclarecer los misteriosos hechos en torno a las muertes de Germán, Luz Ailén y Teresita Di Martino. Una pelea, una jeringa, el particular estado de los cuerpos y el sueño de ser funebrero.

De la redacción de EL NORTE
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Por cuarto día consecutivo se desarrolló la audiencia de juicio contra Damián Grottini por las muertes de su hermano Germán, de su hija Luz Ailén y de su madre Teresita Di Martino. Poco más de treinta testimonios fueron brindados desde que comenzó el debate. Este jueves declararon una decena de personas, entre ellos personal de salud que atendió a Germán en los momentos previos a su muerte, allegados del joven, un productor de seguros y la funcionaria a cargo de la Ayudantía de Ramallo.

El debate se reabrió con el testimonio de la fiscal Cecilia Fernández, perteneciente a la Ayudantía de Ramallo. La funcionaria practicó los dos allanamientos efectuados en el domicilio de Pablo Damián Grottini, uno de ellos el mismo día de la muerte de Teresita y el otro, en mayo de 2022, unos días después. Secuestraron documentación, medicamentos, dispositivos electrónicos, cuadernos, fotos, tubos de gas y una jeringa de 20 ml. En parte de la declaración la fiscal Fernández relató que le llamó la atención que dentro del ropero de Damián Grottini había una suerte de altar con estatuillas religiosas, que había participaciones fúnebres y que se encontraran papeles plastificados. Entre ellos certificados de defunción de integrantes de la familia y de un recorte de Diario EL NORTE que reportaba la muerte de su padre ocurrida años atrás en un trágico accidente sobre la Ruta 22.

El hombre había muerto calcinado junto a otra persona en un siniestro que tuvo lugar entre Federación y Concordia en jurisdicción entrerriana. La tragedia se había producido por la explosión de un tubo de gas del auto en el que viajaban. Entre los objetos incautados había una caja que contenía medicamentos comunes como Buscapina, paracetamol, ibuprofeno, entre otros, y una jeringa de 20 mililitros que estaba abierta. Además, encontraron documentación referente a un seguro tomado por Germán con el que la Fiscalía buscaba abonar la teoría del móvil económico del crimen.

Personal de salud

También fueron convocados un médico y una enfermera que atendieron a Germán el día de su muerte. El profesional declaró que el joven ingresó en ambulancia, que por la forma en la que estaban sus pupilas y la lentificación en el habla y en el pensamiento le dieron la pauta de que podía estar ante un cuadro de intoxicación por agrotóxico y le colocó un antídoto que es inocuo en caso de que se tratara de otra causa. “Evolucionó rápidamente, lo dejamos en la habitación y a las pocas horas me llaman, ya estaba muerto. Hicimos resucitación por protocolo, pero sabíamos que ya no había chances”, explicó el médico. Tanto a la enfermera declarante como a él les llamó la atención un signo del cuerpo, porque nunca habían visto algo similar. “El cuerpo tenía una coloración azul desde mitad del tórax hacia arriba, compatible con infarto de ventrículo derecho que suele producirse por embolismo aéreo, como en el caso de los buzos”. Indicó el médico Alberto Valladares, que se desempeñaba en la Clínica San Nicolás al momento del deceso.

También declararon allegados a la familia, principalmente amigos de Germán que fueron coincidentes en el buen concepto del que los Grottini gozaban. Destacaron el buen trato, hablaron de que eran unidos, de que tenían las peleas comunes de hermanos. Pero uno de los testimonios remarcó que una persona cercana a ellos le había contado que una vez ambos se pelearon, que Damián lo corrió con un cuchillo y que esa noche Germán durmió en un galpón. En ese testimonio brindado por una allegada del joven fallecido, relató que una vez su amigo le había comentado lo siguiente: “Mi hermano está loco, le gusta ser funebrero. Trabaja como administrador en la estación de servicios, gana bien, pero ya fue un montón de veces a pedir trabajo a una empresa fúnebre de San Nicolás, hasta se ofreció a trabajar ad honorem para que lo prueben, insistió varias veces para que lo tomen”.

Testimonio del constructor

El constructor y allegado a la familia Grottini prestó testimonios en el juicio por triple homicidio y daños. En su relató manifestó que el imputado le pidió, apenas fallecido Germán, hacer “algo” con el animal de su hermano porque “ladraba mucho”.
El hombre que prestó declaración afirmó haber sido amigo de la familia, especialmente de Germán Grottini, que era el padrino de su hijo. Además el testigo, que se dedica a la construcción, estaba edificando dos propiedades en el terreno de los Grottini, una para cada hermano.

Describió cómo era su trato con el joven fallecido y con el ahora imputado. “Me sorprendió mucho su muerte, era deportista, bañero y distribuidor de quesos en la zona”, detalló refiriéndose a Germán. Dijo que él no tenía conocimiento de que haya tenido alguna enfermedad anterior y que lo había visto unas horas antes de fallecer y que lo notó nervioso. “Después la madre me llamó a mi casa preocupada porque se había descompensado. Cuando llegué a la Clínica San Nicolás vi en los pasillos a Teresita y a Damián llorando. A Germán le estaban practicando RCP en la habitación, en un momento me pareció que respondía… Pero no, ya estaba muerto”, recordó el testigo.

En otro tramo de su declaración afirmó que posterior a la muerte de Germán Grottini, Damián le había pedido que “boleteara” a la mascota de su hermano porque no lo dejaba dormir. “Días después de la muerte del hermano, Damián me preguntó qué se podía hacer con el perro porque no lo dejaba dormir. Me preguntó si no lo podíamos boletear. Después otro día fui y vi como que tenía una jeringa en el bolsillo, me pareció que era eso. En ese momento también que el perro estaba muerto, con espuma en la boca”, describió el testigo.